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Racha violenta: 5 muertos
En los barrios Panamericano, María Auxiliadora, corregimiento de San Faustino y La Parada.
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Domingo, 4 de Noviembre de 2018

Tres hombres y una mujer perdieron la vida en recientes hechos violentos ocurridos en los barrios Panamericano, María Auxiliadora, corregimiento de San Faustino y La Parada, además de un atentado a un taxista.  

Otro hombre, de oficio mototaxista, fue asesinado en Tibú. Al parecer, un grupo armado ilegal le declaró la guerra a varias de las personas que laboran en este gremio.

En ninguno de los casos las autoridades reportaron capturas. Por ahora, adelantaron los levantamientos e iniciaron las averiguaciones.

La ruleta de la muerte 

La vida de una adolescente venezolana, de 15 años, terminó en las manos de un hombre que acababa de conocer, quien en el macabro juego de la ruleta rusa la asesinó. Recibió un disparo en el lado izquierdo de la cabeza, perdiendo la vida de manera fulminante.

La joven compartía una habitación con una amiga y paisana en una vivienda ubicada en la calle 3 con carrera 7 del barrio La Floresta, en La Parada (Villa del Rosario).

Las autoridades señalaron que este domingo, hacia las 3:00 de la mañana, ingresó a la casa el sujeto conocido como Valentín.  En ese momento, las dos jóvenes descansaban y él aprovechó que el cerrojo de la habitación estaba abierto para entrar.

El recién llegado las despertó y luego desenfundó el arma y la dejó sobre la almohada donde descansaban las mujeres. Enseguida, la menor de edad le pidió que le regalara una bala para dársela a una persona.

Pero, en un acto irracional, el hombre lo que hizo fue abrir el tambor del revólver y dejó solo una de las balas, luego lo giró y cerró. En ese instante, le apuntó a la adolescente y jaló del gatillo, pero por fortuna el disparo no se dio.

Acto seguido, Valentín le preguntó a la joven dónde quería que le pusiera la bala, pero ella asustada se levantó de la cama, diciéndole que dejara de molestar con eso e intentó salir de la habitación, pero este se lo impidió.

La mató

El sujeto volvió a girar el tambor del revólver y le apuntó, por segunda vez, a la indefensa mujer y accionó el arma. Esta vez, el disparo sí salió y alcanzó a la adolescente en la cabeza. 

Frente a su amiga, ella cayó de inmediato al piso muerta y Valentín al ver lo sucedido salió huyendo del lugar, se subió en una motocicleta, azul, en la que llegó y se marchó tranquilamente.

La alerta

Hacia las 5:40 de la mañana, la Policía Metropolitana (Mecuc) fue alertada de lo ocurrido. Una hora después, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) llegó al lugar y efectuó la inspección técnica al cadáver.

Las autoridades judiciales buscan al hombre que mató a la menor de edad, quien llevaba unos meses de estar en esta parte de la frontera.

A bala, habría enfrentado a su victimario 

A las 4:45 de la madrugada de este domingo Cristian David González Daza, de 25 años, fue baleado y quedó sin vida  en el mismo sofá donde estaba sentado, afuera de su casa. Frente a él, quedó tirada en el suelo una pistola Pietro Beretta, con 15 cartuchos, con la cual habría intentado defenderse.

El caso se registró en la  calle 6 entre las avenidas 7 y 8 del barrio Panamericano. El joven estaba en muletas, al parecer, por un atentado sufrido en días pasados.

Según testigos, la víctima ingería licor y departía en el lugar con un grupo de amigos cuando de repente  apareció un pistolero que, sin mediar palabra alguna, comenzó a dispararle y se habría dado un cruce de disparos. Luego, escapó.

González Daza, de quien se conoció que trabajaba vendiendo autopartes y era soltero, recibió cuatro balazos (cabeza y brazo izquierdo).

Unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicaron el levantamiento y hallaron en el sitio varias vainillas y ojivas. 

Algunos tiros impactaron en la pared de la residencia, un árbol y una caja contadora de gas.  Algunos vecinos contaron que se escucharon alrededor de 11 balazos.

Los investigadores judiciales llevaron el  cadáver a la morgue de Medicina Legal, a la espera de ser reclamado por sus parientes. 

Las autoridades avanzan en las investigaciones sobre la procedencia del arma de fuego y el autor material del crimen.

Se lo llevaron en un carro

Luis Francisco Delgado Calvo, de 37 años, natural de Tibú y residenciado en el barrio Toledo Plata, murió luego de permanecer varios días hospitalizado, con una herida de bala en la cabeza.

Los familiares dijeron que la mañana del  pasado 27 de octubre se subió a un carro con un supuesto amigo, diciéndole a sus seres queridos que se iba a tomar unos tragos.

Pero, solo volvieron a tener noticias suyas hasta la mañana del día siguiente, cuando lo encontraron herido, en la trocha El Porvenir, del corregimiento San Faustino, zona rural de Cúcuta.  Delgado Calvo era soltero, estaba desempleado y vivía con la mamá y dos hermanos.

Un taxista herido de bala

El taxista Milton Harvey Mina Carrillo, de 28 años, recibió un balazo en la espalda, que le ocasionaron dos hombres que se le acercaron en una motocicleta Empire Arsen azul, al vehículo que conducía y donde llevaba a dos pasajeros.

El caso se registró el sábado  hacia las 11:00 de la noche, en la intersección de las avenidas Las Américas con Los Libertadores.  

Según testigos, los motorizados se acercaron y dispararon contra todos los que iban en el taxi, pero solo resultó herido el chofer. Milton fue llevado al Hospital Erasmo Meoz. El tiro, al parecer, le comprometió un pulmón.

En bar karaoke lo esperaba la muerte 

Wilbert Lisandro Duarte Suárez  salió de su casa en el Portal de las Américas por invitación de un amigo el sábado a las 10:00 de la noche. 

Duarte Suárez, de 28 años, caminó dos cuadras hasta llegar a un bar karaoke, ubicado en el barrio María Auxiliadora sobre la avenida de Las Américas con calle 18, frente a la urbanización Brisas del Norte.   

Según los testigos, que se encontraban en la parte exterior del bar, la víctima estaba sentada en compañía del amigo y promediando las 1:15 de la madrugada del domingo un sujeto lo abordó por la espalda y le disparó directo a la cabeza. 

Los clientes dijeron haber  escuchado tres tiros y al  salir observaron a Wilbert Lisandro sentado en la mesa, desangrándose. La primera patrulla policial en llegar al sitio lo trasladó al Hospital Erasmo Meoz, donde finalmente falleció. 

Por su parte, el homicida que vestía una chaqueta de colores, bluyín y una gorra azul con naranja, entre 16 a 18 años, escapó con un cómplice que lo esperaba en una moto marca Arsen negra.

Sobre el occiso se conoció que era natural de Macanal (Boyacá), tenía una hija de 6 años, y se dedicaba a la compra y venta de motos.

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