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Ráfagas de la muerte en Puerto Santander
Tres hombres armados con ametralladoras Uzi, los asesinos. 
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Jueves, 6 de Diciembre de 2018

En los primeros cinco días de diciembre se registraron dos masacres en Cúcuta y su área metropolitana que dejaron a seis hombres asesinados a balazos.

La más reciente ocurrió en Puerto Santander, aprovechando la oscuridad y la soledad del sector Caño Seco del barrio Centro, hasta donde arribaron tres hombres armados con ametralladoras Uzi y asesinaron a tres venezolanos que estaban en una vivienda.

La macabra escena se produjo a las 8:00 de la noche del miércoles, cuando los homicidas, vestidos de negro, llegaron en una canoa por un brazo del río Grita, en la frontera entre Puerto Santander y Boca de Grita (Venezuela).

Según el reporte de las autoridades, dos de los pistoleros entraron a la vivienda, mientras uno de ellos cumplió las funciones de ‘mosca’ (alertar sobre la presencia de las autoridades), al frente de la casa, aunque en el momento de cometer el crimen no había ningún policía por el sector.

Además de las tres víctimas, en la casa estaba una pareja que acababa de llegar proveniente de Venezuela. Sin embargo, los pistoleros, al parecer, les permitieron escapar.

También, justo en ese momento, venía para la casa un hombre, junto a su pareja y su hija de 3 años, pero a pocos metros del lugar se percató del homicida con el arma en la mano.

“Yo traía a mi hija alzada, pero vi a ese hombre que me hizo señas con la cabeza y el arma para que nos fuéramos. De inmediato, dimos la vuelta y salimos a correr, a escondernos donde un vecino”, contó el hombre, que vive arrendado en la misma casa.

Acribillados

Los homicidas atacaron con al menos seis balazos inicialmente a Francisco Javier Vargas, de 36 años, quien murió de manera inmediata en la entrada de la casa.

Posteriormente, fue asesinado Kevin Valero, de quien se espera establecer su plena identidad, pues no tenía documentos.

Valero quedó tendido sobre una cava, al parecer, al correr en un fallido intento por esquivar las balas. 

Por último, Anderson Antonio Yáñez Márquez, de 31 años, fue acribillado a balazos mientras dormía en una colchoneta, en una de las habitaciones.

¿Quiénes eran?

De acuerdo al reporte policial, Vargas y Yáñez vendían churros y se ganaban entre $15.000 y $20.000 diarios. El primero, llevaba tres semanas en Puerto Santander, mientras que Yáñez completaba un mes en el municipio.

Entre tanto, Valero trabajaba vendiendo pasajes en una agencia de transporte, pero desde el miércoles decidió  empezar a vender churros, junto a las demás víctimas.

El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que en Puerto Santander se libra una disputa entre Los Rastrojos y otro grupo armado ilegal por el dominio del narcotráfico, el contrabando y el tráfico de armas. Allí, hay presencia de Los Rastrojos y un grupo de Los Pelusos.

El pasado domingo 2 de diciembre, se registró una masacre similar en el barrio Nuevo Escobal de Cúcuta.

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