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Judicial
Repudio por la muerte de una niña de 3 años
La Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a la mamá, de 21 años. Horas antes del crimen, la mujer mostró comportamientos extraños.
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Lunes, 31 de Agosto de 2020

El compañero de Kimberly Liseth Monaga Carrillo no imaginó que la cita que ella le pidió cumplir el pasado sábado tenía un fatal propósito que atravesó de dolor su corazón.

Aquella tarde no hubo un precedente. No había indicios de que la vida de la menor de edad estaba en riesgo y mucho menos que sería arrebatada por su propia mamá, en un  inexplicable arranque de violencia, propinándole nueve puñaladas a un ser indefenso.

Lo único que los vecinos de la calle 24 con avenida 23 en Barrio Nuevo pudieron percatarse, antes de que la mujer cometiera el crimen, fue que la noche del viernes ella mostró una actitud extraña “como mal de la cabeza”, gritando cosas incoherentes.

“Ella no dejaba acercar a nadie, porque decía que el coronavirus iba a matar a su hija. Además, pedía que viniera un pastor y una vaca. Yo le dije que estaba mal de la cabeza”, dijo un vecino.

El hombre aseguró que en la mañana del sábado vieron a Monaga caminar con la niña dormida en sus brazos y le pidieron que la llevara a la cama. Enseguida, la mujer se encerró en la vivienda, donde vive desde hace dos meses con su hija.

Su pareja la visitaba cada ocho días, al regresar del municipio de Bochalema, donde trabaja en una mina de carbón.

Horas antes del crimen y ante los extraños comportamientos de la madre, residentes del barrio alertaron a la Policía de que algo raro su estaba ocurriendo. Pero, al llegar,  la patrulla encontró a la mujer con su hija, que no presentaba ninguna señal de violencia. Todo parecía normal.

Al parecer, Monaga les pidió a los uniformados que le ayudaran a abrir la puerta, porque se había quedado por fuera. Los agentes accedieron a colaborarle y enseguida se retiraron.

El mensaje

La mujer le escribió a través de WhatsApp a su compañero Everson Rodríguez que tenían que verse con urgencia, como fuera, el sábado. Sin más detalles.

Así fue que, acudiendo al llamado de Kimberly, el minero le cumplió puntual la cita.

Según se conoció, cuando Rodríguez tocó a la puerta de la casa, Monaga le abrió  con su cuerpo y su ropa cubiertos de sangre. Acto seguido, le dijo “maté a la niña”.

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El papá atemorizado corrió en busca de su pequeña y la encontró muerta sobre una colchoneta, en la habitación.

Los minutos siguientes se convirtieron en gritos, llantos y desesperación. El padre llamó insistentemente a la Policía Metropolitana de Cúcuta para que llegara a la escena del crimen.

Los vecinos rodearon la vivienda mientras los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaron la inspección y el levantamiento.

Precisamente, cuando los peritos sacaron el cuerpo de la niña, los vecinos se unieron en un solo grito, exigiendo justicia.

El caso inmediatamente corrió por las redes sociales generando el repudio y el rechazo de la ciudad en general.

Monaga Carrillo, de 21 años, fue detenida por la Policía  y, al cierre de esta edición, era escuchada en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, para que un juez defina si la enviaba o no a la cárcel.

Problemas mentales

Las autoridades conocieron que Kimberly Monaga presentaba problemas mentales, pero no había sido tratada por los profesionales de la salud pertinentes.

Asimismo, al parecer, la mamá de la detenida también padece de los mismos trastornos. Por ahora, avanzan las pesquisas para esclarecer qué motivó el ataque.

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