Lo que no esperaba el pistolero que arribó a un gimnasio ubicado en la calle 4 con avenida 7E del barrio Quinta Oriental, era que el hombre que pretendía matar, se percatara del hecho y lograra escapar.
A las 10:30 de la mañana del viernes, un disparo alcanzó a rozar a la víctima en un brazo, por lo que corrió en medio de los tiros seguidos que salían del arma.
En cámaras de seguridad del sector quedaron grabadas las imágenes cuando el hombre, vestido de pantaloneta y franela, tras salir de hacer ejercicio, era perseguido por el agresor, que vestía bluyín y camisa blanca.
“Al parecer, ya sabía (el pistolero) la rutina del muchacho, porque esperó a que saliera del gimnasio para atacarlo. Luego, huyó a la esquina donde estaba una motocicleta”, comentó un testigo.
Miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) arribaron al lugar y adelantaron la inspección judicial.
Los habitantes de este sector, donde además hay colegios, expresaron preocupación por este hecho violento, que alteró la tranquilidad de los residentes.
Asimismo, pidieron a la Policía que se refuerce la seguridad para evitar que estos casos vuelvan a ocurrir, poniendo en riesgo a los estudiantes.
Inseguridad, en aumento
Los atracadores constantemente generan temor entre los habitantes de los barrios aledaños a donde ocurrió el atentado.
Robos y atracos a mano armada complementan un mito de inseguridad que mantiene a los vecinos de los barrios Quinta Oriental y La Ceiba, en apuros, por la presencia de los ladrones.
“Hay gente armada que merodea estos barrios y a uno le da miedo estar por ahí caminando”, dijo un habitante del barrio La Ceiba.
Por ahora, los funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta adelantan las pesquisas para contrarrestar estos hechos.