Los cinco secuestradores que arribaron a la finca El Uvito, zona rural de Ocaña, para llevarse con rumbo desconocido al agricultor Ireno Bohórquez Contreras, de 68 años, se identificaron como miembros de la guerrilla.
Dos de los hombres le pidieron a Bohórquez que lo acompañaran para tener una reunión y de inmediato se lo llevaron en una motocicleta, mientras los otros tres captores se quedaron en la finca, intimidando a la esposa de la víctima y a su hija.
“Él estaba sentado en una silla y dos de las personas le indicaron que les permitiera unas palabras ya que tenían una reunión y no lo iban a demorar”, aseguró Élida Vega Carreño, esposa de Bohórquez.
La Gobernación de Norte de Santander rechazó el secuestro y exigió a los captores que le respeten la vida al agricultor, quien tiene problemas de salud.