Inconsolable. Así estaba la mamá de Leidy Carolina Gómez Sánchez, quien  presuntamente murió por una sobredosis de droga cuando estaba en compañía de su pareja. Sin embargo, los investigadores judiciales adelantan las averiguaciones de este hecho.

Olga Lucía Gómez, madre de la mujer, de 24 años, pedía constantemente explicaciones sobre el porqué la mayor de sus hijas no fue trasladada al Hospital Erasmo Meoz para recibir atención, siendo que el centro médico está ubicado a pocos metros de la casa donde vivían y donde ocurrió el fatal desenlace .

El hecho se presentó  hacia las 2 de la madrugada del jueves, cuando Gómez compartía con su pareja (un hombre de al menos 50 años). Al parecer, ambos estaban consumiendo aguardiente y mezclaron cocaína. Todo se dio en una vivienda ubicada en la avenida 1E con calle 7N del barrio Guaimaral.

En la casa, donde conviven tres familiares del compañero sentimental de Gómez, a la hora del hecho manifestaron estar dormidos.

“Yo estaba durmiendo y no oí gritos ni peleas. Solo supe que ellos estaban tomando aguardiente desde las 8:30 de la noche del miércoles. A la 1:00 de la mañana mi hermano me levantó y vi a la cuñada acostada en la cama. Yo pensé que estaba durmiendo”, dijo el cuñado de Gómez.

Luego, el compañero de la joven salió de la casa en busca de un taxi para llevarla  al hospital.

“El taxista y otro señor entraron para alzarla, pero el señor del taxi no quiso finalmente llevarla y se fue, porque ella ya estaba muerta”, dijo uno de los testigos.

Según se conoció, en medio del intento por auxiliarla, sacaron a la mujer hasta el porche de la vivienda, pero en ese momento arribaron uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta al percatarse de lo ocurrido.

Cuando los uniformados verificaron que Leidy no tenía signos vitales, de inmediato alertaron a los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para que practicaran el levantamiento. El cadáver fue llevado al Instituto de Medicina Legal.

La familia

Olga Lucía se resiste a creer que su hija fuera adicta a la cocaína, pues según ella, nunca la sorprendió bajo los efectos de ninguna droga.

Por el contrario, afirmó que se destacó por ser una mujer trabajadora, dedicada a sus hijos, de 3 y 2 años (el menor de la pareja).

“Nosotros vendíamos productos alrededor de la Terminal de Transportes. Muchos comerciantes la conocieron y pueden dar fe de que era una buena mujer”, dijo la mamá.

Otras personas que conocieron a Gómez durante los últimos tres años que vivió con su pareja en Guaimaral, coincidieron en que nunca la vieron consumiendo drogas.

Asimismo, una mujer aseguró que hacía 4 días, recibió una llamada de Gómez, diciéndole que no se podían encontrar, como tenían acordado, porque había sido agredida físicamente por su pareja.