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Temen por la libertad de los homicidas de Cristian Roa y Junior Carrascal

Las víctimas fueron asesinadas y enterradas en una fosa común, en 2017.

La lucha de Jimmy Roa para velar por la justicia en la muerte de su hijo Cristian, quien fue asesinado y enterrado en una fosa con su amigo Junior Carrascal, en enero de 2017, parece no tener fin, a pesar de que los presuntos responsables del doble homicidio, estén hoy tras las rejas.

Con su mirada entristecida, este padre golpeado por la delincuencia que destrozó a su familia y le arrebató a su hijo de tan solo 16 años, le suplicó a la justicia que no se permita que los autores materiales del crimen de su ser querido puedan recobrar la libertad próximamente.

“Ellos (capturados) a veces no se presentan a las audiencias o a veces no van los abogados y lo que están buscando es un vencimiento de términos para quedar libres”, señaló del adolescente asesinado.

Jimmy comparte sus labores diarias con el seguimiento al caso de su hijo y de Junior, dos jóvenes que pasaban la vida estudiando y que, en un paseo de río, encontraron la muerte.

A pesar de que han pasado más de cuatro años desde la muerte de las víctimas, entre los familiares persiste el dolor por la pérdida de sus seres queridos y no permitirán que los culpables de este macabro hecho burlen a la justicia.

“Le exijo a la justicia que la muerte de mi hijo no quede impune. Por eso es que hay tanto delincuente, porque ya saben cómo actúa la rama judicial y ellos hasta se saben mejor el Código Penal que los abogados”, dijo Roa.

Las acciones de este papá incansable se extienden en diferentes homenajes para su hijo, como un campeonato de fútbol que lleva el nombre de Cristian Roa, que se juega en la cancha de tierra del barrio Tucunaré, en la ciudadela Juan Atalaya.

Con la fotografía de la víctima, familiares, amigos y vecinos de este sector de Cúcuta lo recuerdan en medio de los goles del torneo.

El hecho

Cristian Roa y Junior Carrascal salieron el 2 de enero de 2017 en una motocicleta marca Bera Socialista desde el barrio Antonia Santos y tomaron una trocha que los llevó al corregimiento Urimaco, para llegar a su destino que era el río en El Zulia.

Aunque esta ruta siempre la tomaban constantemente, ese día no regresaron a sus casas y ahí empezó el martirio para estas dos familias.

Solo hasta el 16 de febrero de ese año, las autoridades hallaron una fosa donde estaban enterradas las dos víctimas.

Después de esto, los dolientes tuvieron que esperar al menos 20 días para que el Instituto de Medicina Legal entregara los cuerpos, debido al alto estado de descomposición.

Las capturas

En diciembre de 2017, el grupo élite de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula) capturó a Wilder Alfonso Lagos Narváez, de 28 años, alias el Mono, señalado de ser un cabecilla de sicarios.

Además de Jorge Eliécer Castillo Sierra, de 30 años, y Rubén Darío Malgarejo Castellanos, de 29, quienes también enfrentan delitos por estos hechos.

Según se conoció, Karen Dayana Tiria Vega, compañera sentimental del ‘Mono’, fue vinculada a la investigación luego de que en un retén policial fue sorprendida en la moto de las víctimas y posteriormente  se acercó a una estación policial a reclamarla como propietaria, cuando los investigadores de la Sijín  ya le seguían el rastro.

La mujer reportaba antecedentes por homicidio y tenía casa por cárcel. A pesar de tratarse de otro homicidio en su contra, el juzgado de garantías, que atendió la legalización de la captura e imputación de cargos, decidió mantenerle la misma medida de aseguramiento en su casa. 

Wilder Alfonso y Karen Dayana fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego y falsa denuncia.

El próximo 4 junio, la pareja está citada a una audiencia, en la que según Jimmy Roa, solo serán judicializados por concierto para delinquir.

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Viernes, 21 de Mayo de 2021
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