Los transportadores informales que prestan sus servicios en Ocaña temen viajar hacia la zona rural de ese municipio por los últimos cuatro asesinatos registrados esta semana, lo que agudizó la alteración del orden público.
“Es un riesgo que uno corre por ganarse unos pesos de más. Para ir hasta el corregimiento de Aguas Claras o viajar a Convención o el Catatumbo hay que pensarlo dos veces”, aseguró un mototaxista.
Las dos víctimas más recientes fueron Jeferson Amaya Navarro, de 23 años, y Andrés Felipe Páez Guerrero, de 20, ambos residentes en el barrio Simón Bolívar de Ocaña.
Los dos hombres fueron encontrados muertos a la entrada de la vereda Las Chircas.
La Policía de Norte de Santander aseguró que Amaya y Páez tenían antecedentes judiciales.
Los familiares de Jeferson y de Andrés Felipe, así como de Yair Rivera Álvarez y Genner Mandón Coronel, también asesinados en la vía Ocaña-Sur del Cesar, pidieron a las autoridades que se investigue para esclarecer los hechos y los casos no queden en la impunidad.