En la familia de Jesús María Uscátegui Lasso, uno de los dos hombres asesinados el viernes 21 de enero en el corregimiento Puerto Lleras, vía a Puerto Santander, hay tristeza, dolor y rabia.

Un hermano de la víctima aseguró que Jesús María y su acompañante, identificado como Franklin Javier Palacios Pérez, no fueron asesinados por andar en una moto robada, como se dijo el día del hecho.

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“Esa moto que manejaba mi hermano, la compró financiada en Cúcuta, en un almacén. Es más, la moto se la robaron después de matarlo. Al igual que las sandalias que llevaba puestas. Los papeles aparecieron, porque días antes los había empeñado y el señor que los tenía me llamó a decirme eso”, sostuvo el familiar de Jesús Uscátegui.

Añadió: “no entendemos por qué están diciendo un poco de cosas que no son. Él (Jesús Uscátegui) trabajaba conmigo y no se metía en problemas. Estaba dedicado a su esposa”.

Lo sucedido ese viernes

El familiar le contó a Q’hubo que ese viernes, 21 de enero, Jesús María estaba trabajando, cuando la esposa lo llamó porque necesitaba que le hiciera una diligencia y que por eso debía salir más temprano de lo normal, tipo 2:30 a 3:00 de la tarde, “por eso él dejó un remplazo y salió a ver qué era”.

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“Yo salí como a las 5:30 de la tarde y me fui para la casa, en la vereda El Núcleo. Cuando vi que llegó mi hermano (Jesús Uscátegui), habló con mi mamá y luego se volvió a ir, pero como a las 20 minutos me llamó la mujer de él a preguntarme que si él estaba por ahí, yo le dije que no, que ya se había ido para su casa”, contó el hombre.

Agregó: “cuando yo le terminé de decir eso, ella me dijo ‘cuñado, es que me están diciendo que acaban de matar a dos muchachos’, pero yo le dije se tranquilizara. Aunque a mí me dio una corazonada, porque por acá se la pasa mucha gente que uno no conoce, por eso decidí ir hasta donde estaba ella y cuando llegué, me aseguró que le acababan de confirmar que era él, al que habían matado”.

A partir de ahí, los familiares de las dos víctimas comenzaron a vivir un calvario, pues los cadáveres quedaron a un costado de la vía Puerto Santander-Cúcuta y a pesar de que llamaron en repetidas oportunidades a la Policía, hacia las 9:00 de la noche, personal de una funeraria fue el que se encargó de levantar los cuerpos y trasladarlos a la Sijín para que les hicieran la inspección técnica y de ahí los llevaran a Medicina Legal.

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Eran conocidos

Las familias de los dos hombres asesinados señalaron que ellos eran muy conocidos por esa zona y que jamás estuvieron metidos en algún problema y mucho menos tenían amenazas.

La mamá de Franklin Palacios sostuvo el día del hecho que, “él tenía 19 años, realmente no sé por qué lo encontraron allá, ese hombre con el que lo encontraron, lo buscaba para ir a trabajar, pero no sé por qué acabó así”.

El hermano de Jesús Uscátegui también indicó que él era muy conocido en la zona por trabajar en una arrocera desde hacía nueve años.

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“Solo esperamos que se esclarezca lo sucedido y que no sigan diciendo que mi hermano andaba en una moto robada y que por eso lo mataron. Él era un muchacho humilde y muy trabajador”, puntualizó el familiar de Uscátegui.

En la zona donde se registró este doble asesinato se mantiene una disputa entre el Eln y los gaitanistas por el control del territorio.

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