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Un muerto y tres heridos dejó ataque en Boconó

El homicidio ocurrió cerca a un puesto de votación.

Muy temprano, como lo hacía todas las mañanas, pasó por la casa paterna, donde don Luis Alberto Carrillo –su papá- que siempre le tenía listo ‘el cafecito’. Pero no sabía que esa sería su última taza.

Más tarde, su cuerpo ya reposaba sin vida recostado contra un pequeño caño, rodeado por su sangre, y acompañado por dos envases de águila light.

La muerte de Freddy Enrique Carrillo Guerrero, conocido como Cigarrillo, al igual que su padre, sorprendió a todos, hasta a él mismo. A las 12:45 del día estaba tomándose unas cervezas con tres amigos, al lado de una tienda y apenas a 200 metros del puesto de vocación ubicado en la Institución Educativa de Boconó, cuando dos hombres llegaron, dispararon y corrieron hacia arriba, ahí en el sector de Boconó parte alta, en la esquina de la calle 3 con avenida 0, casi sobre la vía principal del barrio.

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Los miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) arribaron al lugar sobre la 1:40 de la tarde para hacer el levantamiento,  ahí se encontraron con don Alberto, que estaba llorando a su hijo, junto a su esposa y parte de la familia. 

Carrillo Guerrero, a sus 57 años cumplidos el pasado 3 de mayo, era el mayor de seis hermanos y padre de dos hijas, una mayor de edad, que ya lo había hecho abuelo. Este albañil de profesión era buena persona, contaron sus allegados. “No se metía con nadie”, decían, asegurando que este nuevo hecho de sicariato fue un error y no era él al que le debían pegar esos cuatro tiros: uno en el ojo derecho, dos en un brazo y otro en la parte de alta de su espalda.

Sus tres compañeros de tertulia en plenas elecciones corrieron con mejor suerte. Por lo menos alcanzaron a llegar al Hospital Universitario Erasmo Meoz, en donde hasta el cierre de esta edición: dos estaban estables y uno luchaba contra la muerte, en cirugía. 

Fredy Alexis Durán Sánchez, de 45 años, un disparo en el glúteo; Eliseo Duarte Monsalve, una bala en el hombro derecho y; Querubín Pérez Merchán, de 54 años, el de mayor gravedad, con tres heridas, una en una pierna, otra en un brazo y la última en el abdomen. Ellos, al parecer, alcanzaron a correr. En la pared quedaron las marcas de algunos disparos y en el suelo, las huellas de pasos con sangre.

Pero así están las cosas en Cúcuta, los asesinatos siguen y no pasa nada. Dos ediles el barrio, que escucharon los disparos cuando estaban en el puesto de votación, dijeron que esto es una muestra de la inseguridad del sector y de la ciudad, que no anda bien, contrario a lo que asegura la administración municipal.

Un vecino del sector, de unos 65 años de edad, contó que a las 10 y 30 de la mañana pasó y habló con las víctimas. Le invitaron una cerveza, pero, por cosas de la vida y porque no tenía plata, no aceptó, de lo contrario, su sangre tal vez también sería parte de la escena.

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Domingo, 27 de Mayo de 2018
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