Pedro Mendoza, de 60 años, dijo que disparó su arma de trabajo, argumentando que se trataba de un ladrón que quiso atacarlo.
Las dudas que tuvieron los investigadores judiciales de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) en la versión entregada por un vigilante del barrio La Riviera sobre un crimen, terminaron por esclarecerse. El mismo hombre terminó aceptando ser el responsable.
Se trata del vigilante informal Pedro María Mendoza Rojas, de 60 años, quien disparó su arma artesanal contra un hombre que corría sin camisa por la calle 12 con avenida 6E de La Riviera, después de saltar una pared de un conjunto residencial cercano.
Mendoza, presuntamente, accionó el arma, porque cuando iba a detener al sospechoso, este habría intentado atacarlo, por lo que finalmente lo impactó en la cabeza.
El autor del hecho le contó a los investigadores que cometió el homicidio, porque, al parecer, la víctima ingresó a un parqueadero a robarse algunos espejos de los carros. Sin embargo, las autoridades avanzan en las investigaciones para esclarecer esta versión.
Mendoza inicialmente huyó de la escena del hecho y le pidió a otro vigilante del sector que alertara a la Policía y que asegurara que un desconocido que se movilizaba en una motocicleta, de alto cilindraje, cometió el homicidio.
Pero, en las indagaciones, los investigadores de la Policía se percataron de que en los videos de las cámaras de seguridad no se veía ninguna motocicleta por la escena del hecho.
Se entregó
Cuando las autoridades entrevistaron a Mendoza, este aceptó haber cometido el hecho con el arma que utilizaba para trabajar.
Al cierre de esta edición, se esperaba que un juez definiera la situación judicial de Mendoza.