El joven cantante aseguró que se está recuperando del mal momento que atravesó.
En los primeros días de 2022 el cantante Andy Rivera Andy Rivera compartió a través de sus ‘InstaStories’ un texto en el que les pedía a sus seguidores que lo disculparan por su ausencia en redes sociales, mencionando que estaba pasando por un proceso físico, mental y emocional.
El pasado fin de semana reapareció en su cuenta de Instagram, donde supera los 5.1 millones de seguidores, escribiendo un texto, contando que se obsesionó con la idea decontrolarlo todo para que fuera perfecto, pero dejó de lado su salud.
“De manera muy resumida puedo decirles que me dejé llevar por la obsesión de controlarlo todo, por intentar más allá de lo que puedo, llegar a la perfección y llegó el punto en el que me estaba olvidando de mí, lo que me divierte, lo que lleva mi alma, olvidándome de que primero fui humano antes que artista”, continuó.
En su mensaje, Andy Rivera reconoció que todavía le cuesta hablar sobre la situación por la que está atravesando. “Me estoy recuperando muy rápido y muy bien. Sé muy bien lo que es sufrir, pero no entiendo mucho sobre lo que significa rendirse”, concluyó.
El exnovio de Lina Tejeiro e hijo de Jhonny Rivera contó que todo comenzó a finales de noviembre, por la época de los premios Grammy. Aseguró que le estaban pasando cosas tan bonitas en su carrera, que se ‘asustó’ de pensar que algo se fuera a estropear.
Dijo que eso hizo que sintiera mucha presión, pues no quería fallarle a nadie. Entonces, se obsesionó con hacer todo perfecto y mejorar su aspecto físico. “Empecé a hacer clases de inglés, clases de guitarra, a entrenar como un loco obsesivo y a hacer una dieta extremadamente restrictiva.
Esa obsesión me llevó a soportarlo un buen tiempo, pero afortunadamente no somos máquinas y el cuerpo habla. Te da las señales cuando algo no está funcionando y eso me estaba pasando”, reveló.
Andy Rivera de un momento a otro se le acabó la energía para seguir con sus rutinas y sus ‘shows’, y dijo que se sentía irritado, agotado y aburrido de su dieta. Paralelamente se le abrieron las puertas para ir a los Grammy, pero cuando llegó a Las Vegas se sintió ‘muerto en vida’.
Aun así, seguía entrenando. Para tener energía, señaló, tuvo una “sobredosis de cafeína” y, para rematar, desarrolló un trastorno alimenticio, llegando a consumir grandes cantidades de comida cuando estaba solo.
“Mi mente solo quería pensar en comer y dormir. La mente se desconecta del cuerpo y, como un animal, y comes y comes y comes cantidades alarmantes; cantidades que un ser humano no podría comer”, contó.
A eso se le sumó el malestar estomacal que le daba, pero también el remordimiento mental, porque sentía iba a dañar su marcada figura. Su cuerpo finalmente no pudo más y el artista buscó ayuda profesional para salir de ese problema.
