Luis Miguel Páez Morales, 30 años, madruga a montar bicicleta, junto a su padre, para mantener el ritmo y a cada pedaleo le imprime fuerzas cada día con el fin de alcanzar la meta.
Se ha propuesto competir en el reality de Caracol ‘El Desafío’ y por eso persiste en su preparación. El año pasado se inscribió y no pasó. Sin embargo, no frenó sus prácticas que de manera disciplinaria ejercita en las horas libres.
Trabaja como operador de maquinaria pesada en una trituradora en el municipio de El Zulia desde las 6:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde y allá precisamente aprovecha el río para practicar natación, al aire libre, después de apagar los motores.
Lea además Marta Aranda le imprime arte a sus tortas
Se lanza desde el puente ‘Mariano Ospina Pérez’ o desde cualquier peñasco que le incite activar la adrenalina. Se siente como pez en esas frías aguas y dice que ha fortalecido sus pulmones para cualquier competencia.
Acude a los parques para afianzar sus músculos en las barras fijas y no desfallecer en el equilibrio. Asume sus entrenamientos como cualquier gimnasta o deportista de alto rendimiento porque no hay imposibles en su mente.
A pesar de estar felizmente casado y tener dos hijos no ha sido barrera para cumplir este sueño. Toda la familia lo apoya al igual que sus amigos y vecinos del barrio Motilones. Le inyectan positivismo porque ven en él un joven ambicioso en sus proyecciones a pesar de no contar con los suficientes recursos económicos para estas aventuras.
Es feliz. Y lo demuestra con su actitud para trabajar y ahora para entrenar. Saca a flote la fuerza y quiere dejar en alto el nombre de Norte de Santander y Santander en una exigente competencia como es el Desafío, que por pandemia se apellidó The box.
‘La Maquinaria Motilona’, como le dicen sus amigos, confiesa que se siente capacitado para enfrentarse a todos los estereotipos, provenientes de todas las regiones. A musculosos, gigantes, a los CrossFit, sistema que practicó en un tiempo.
Le puede interesar ¿No les gustó estar en el programa ‘Masterchef’?
Se considera muy hábil, con la destreza suficiente para subir, bajar, correr, saltar, aguantar hambre, sol, lluvia y todo lo que exija el concurso.
En su vocabulario “no existe el me rindo”. Su consigna siempre es seguir para adelante.
Está optimista en esta ocasión porque vendrá la revancha. En el formulario que llenó para el reality de televisión demostró que está listo para saltar al ruedo a competir, para viajar a esa aventura cuando llegue la hora.
Luis Miguel Páez, no solo es una máquina de fuerza, también se está preparando como profesional. Desde que salió del bachillerato, en el 2008, le apostó a la Ingeniería. En la Universidad Francisco de Paula Santander cursa el cuarto semestre en Tecnología en Obras Civiles, además cuenta con certificaciones del Sena para manejar toda clase de maquinaria pesada, trabajo que desempeña en El Zulia, desde donde se desafía para competir.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
