Cuarenta y nueve personas estaban desaparecidas el miércoles luego del incendio y colapso de un edificio de 24 pisos ocupado por personas sin techo en el centro de Sao Paulo, informó el departamento de bomberos de la ciudad brasileña.
   
Inmediatamente después del desastre, el martes, solamente tres personas habían sido declaradas desaparecidas, incluido un hombre que estuvo a punto de ser rescatado segundos antes del súbito derrumbe del edificio.
   
"El departamento continúa la búsqueda, actualmente con 27 vehículos, 80 bomberos", tuiteó el destacamento de bomberos. Hay "49 desaparecidos".

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No hubo más indicaciones sobre el alto número de desaparecidos, sobre si se consideraba más probable que hubieran muerto y estuvieran sepultados en los escombros o simplemente que no estaban en el lugar cuando estalló el incendio.
   
Los equipos de rescate, usando perros entrenados trabajan lentamente en los escombros todavía calientes del edificio, en busca de eventuales sobrevivientes.
   
"Los bomberos están enfriando los escombros en los lugares donde la temperatura es más alta, usando cámaras térmicas...En las primeras 48 horas se debe remover los escombros manualmente, no usamos maquinaria pesada", dijo el portavoz del cuerpo, Guilherme Derrite a la AFP.
   
En los años 1980 el edificio llegó a ser la sede de la Policía Federal en la ciudad y su decadencia empezó a partir de 2001, siendo ocupado por 146 familias sin techo, careciendo de las mínimas medidas de prevención de incendios, dijeron los bomberos.
   
Sao Paulo es la capital financiera de Brasil y la ciudad más poblada de Sudamérica, pero sufre de una gran desigualdad económica.
   
Las familias pobres con frecuencia ocupan edificios abandonados o levantan carpas en terrenos baldíos, en ocasiones lindantes con barrios acomodados.
   
El presidente Michel Temer, cuyo nivel de aprobación no alcanza los dos dígitos, fue objeto de un recibimiento hostil cuando visitó el martes brevemente el edificio, de propiedad federal y cedido actualmente a la alcaldía.
   
"¡Queremos viviendas!" coreaba la multitud, cuando el mandatario partía apresuradamente.