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Al rojo vivo la guerra de Trump contra los demócratas
El objeto de la ira del presidente era que Pelosi lo había acusado antes de estar “involucrado en una operación de encubrimiento”. 
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AFP
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Jueves, 23 de Mayo de 2019

Los habituales enfrentamientos entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los demócratas se han convertido en una guerra, con el mandatario cada vez más furioso y sus opositores cada vez más tentados de someterlo a un juicio político.

Este miércoles, Trump terminó de manera abrupta una reunión en la Casa Blanca con líderes demócratas, indignado sobre la pesquisa en relación a la interferencia electoral de Rusia.

Casi tan pronto como llegaron para un encuentro previsto como una atípica sesión bipartidista sobre el gasto en infraestructura nacional, Trump despidió ofuscado a los principales líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer. 

El objeto de la ira del presidente era que Pelosi lo había acusado antes de estar “involucrado en una operación de encubrimiento”. 

En una rueda de prensa improvisada luego de mostrarles la puerta a los legisladores, Trump aseguró: “No hago encubrimientos”. Y agregó: “Así que terminen con estas investigaciones falsas”, en alusión a la trama rusa sobre la cual los demócratas continúan indagando.

Lo ocurrido terminó con la esperanza de cooperación entre los partidos para arreglar la infraestructura pública del país, y profundizó el enfrentamiento.

Pelosi dijo que la conducta de Trump, a quien acusa de encubrir la investigación del fiscal especial Mueller y sus intentos de obstrucción a la justicia, podría “justificar un procedimiento de destitución”.  

“Es por eso que creo que el presidente estaba tan irritado esta mañana”, dijo en una conferencia en Washington.

El nuevo cruce representa un avance más en la escalada que amenaza con paralizar a un Congreso dividido, en la previa de las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre de 2020.

Paralelamente, el debate sobre el posible inicio de un procedimiento de juicio político contra el presidente republicano comienza a sacudir el territorio demócrata, donde hay discrepancias. 
   
Pese a sus palabras, Pelosi ha sido cauta sobre proceder en este sentido, sobre todo debido a la gran posibilidad de que un eventual juicio político fracase en el Senado liderado por los republicanos, y que sea contraproducente, fortaleciendo la base de Trump antes de la elección.
   
“¡La caza de brujas continúa!”, había exclamado el magnate por la mañana, en referencia a la investigación de Mueller, y denunció “acoso” a la presidencia en un tuit. 
   
Áreas grises 
   
Las dos partes dieron su visión sobre lo ocurrido en la reunión. Trump dijo que terminó porque Pelosi lo había acusado de antemano de querer ocultar la investigación del fiscal especial Robert Mueller por su presunta connivencia con Rusia, y por sus supuestos intentos de obstruir la investigación.

El informe Mueller indicó que no había pruebas para concluir que había existido una colusión entre la campaña de Trump y Rusia. Pero el fiscal evitó pronunciarse sobre si el mandatario había obstruido la justicia o no.

Así, el fiscal general designado por Trump, Bill Barr, declaró que no había obstrucción. 

Los demócratas creen que Barr protege al presidente en parte al negarse a cumplir con las citaciones del Congreso, aunque este miércoles el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de

Representantes dijo que el Departamento de Justicia había acordado comenzar a honrar un pedido judicial del material relacionado con la investigación.    La decisión de los demócratas de continuar con las áreas grises de la investigación, y su discusión sobre si inician o no un juicio político al mandatario, ha enfurecido a Trump. 

“Aquí está la conclusión: no hubo colusión, no hubo obstrucción”, dijo Trump.

“No puedes ir por los dos caminos”, dijo Trump, que separó, por un lado, el “camino de investigación” y, por otro, un “camino para hacer las cosas para los estadounidenses”. Así, instó a terminar con las investigaciones que a su criterio no tienen sustento.  

Poco después del presidente, Pelosi y Schumer hablaron sobre el encuentro. “Entró en la habitación. Hizo una declaración, que ni siquiera voy a describir”, dijo Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes. 

Pelosi sugirió que Trump había creado la tensión para evitar comprometerse con los detalles sobre lo que sería un proyecto de ley de infraestructura caro: “Acaba de pasar y eso me hace preguntarme por qué lo hizo”.

Schumer, líder demócrata en el Senado, dijo que la cancelación repentina de la reunión fue “una excusa premeditada”, e indicó que “lo que pasó en la Casa Blanca te hace quedar boquiabierto”.
   
Nueva York podrá publicar los impuestos

A diferencia de todos sus antecesores en los últimos 40 años, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siempre se negó a publicar sus declaraciones de impuestos. Pero el legislativo del estado de Nueva York adoptó el miércoles una ley que podría permitirlo contra su voluntad.

Tras una primera votación en la cámara alta a comienzos de mayo, la cámara baja de la Asamblea estatal de Nueva York, controlada por los demócratas, adoptó el texto, confirmó una portavoz. La ley, que autoriza a la administración fiscal del estado a entregar las declaraciones de impuestos del presidente y de varios responsables locales y federales a comisiones parlamentarias si hay “un fin legislativo preciso y legítimo”, aún debe ser ratificada por el gobernador Andrew Cuomo, también demócrata y muy anti Trump. 

En Estados Unidos, un contribuyente debe pagar en la mayoría de los estados tres impuestos diferentes: federales, estatales y municipales. Las declaraciones de impuestos de Trump en Nueva York podrían ofrecer información parcial de su situación fiscal y sus ingresos totales.
   
El 7 de mayo, el Tesoro estadounidense rechazó transmitir al Congreso las declaraciones de impuestos federales del presidente, en una escalada del conflicto entre Trump y los legisladores demócratas, que controlan la Cámara de Representantes federal.
   
La Asamblea estatal de Nueva York ya adoptó el martes otra ley anti Trump que permite a los fiscales del estado demandar a personas que se hayan beneficiado de un perdón presidencial a nivel federal, una medida destinada a impedir que el presidente beneficie a sus allegados.

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