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Armenia investiga una red de adopciones ilegales

Una mujer víctima aseguró que médicos arrancaban a bebés de los brazos de sus madres para venderlos a padres adoptivos.

Suzan Patvakanian cuenta cómo, cuando tenía 16 años, los médicos la obligaron a vender a su bebé. Entonces, y sin saberlo, se convirtió posiblemente en una víctima de una red ilegal de adopciones que Armenia está empezando a descubrir e investigar.

De adolescente, Suzan se "enamoró locamente" de un hombre cinco años mayor, explica. Tras el nacimiento en 2000 de su hija Stella, sus médicos amenazaron con denunciar al hombre a la policía por corrupción de menores si la joven madre no renunciaba a la niña.

"Yo lloraba, no quería hacerlo", explica entre lágrimas. Finalmente, bajo presión del personal médico, aceptó firmar la documentación.

La mujer de 35 años narra su historia  poco después de que el ginecólogo-obstetricia jefe de la principal maternidad de la capital armenia, Razmik Abramian, fuera interrogado el pasado 18 de diciembre, al igual que su adjunta y directora del orfanato de Ereván. 

Puestos en libertad bajo fianza, están acusados de haber hecho "uso de sus funciones para separar a niños de sus padres en el marco de una trama para obtener sobornos, según el comité de investigación armenio.

Los investigadores no han precisado el número de caso, el periodo concernido, ni las sumas en juego, pero Suzan y su abogado aseguran que ya hace 19 años, médicos, entre ellos el doctor Abramian, arrancaban a bebés de los brazos de sus madres para venderlos a padres adoptivos.

"Más poderosa que la mafia" 

Tres días más tarde de renunciar a su hija, Suzan intentó recuperar a la niña, asegura, pero ni en el hospital ni en el orfanato quedaba rastro del bebé.

La madre está segura: la pequeña fue vendida en el marco de la red clandestina de adopciones ahora investigada por las autoridades armenias.

El abogado del doctor Abramian asegura a la AFP que el médico se declara inocente: "Mi cliente consideras esas acusaciones infundadas y absurdas", insiste Samuel Dilbandian.

En cuanto a Suzan, el doctor "no se acuerda de esa mujer, aunque sí, los archivos muestran que dio a luz con él. Pero de eso hace 20 años, ¿cómo quiere que mi cliente se acuerde?" 

Para el gobierno llegado al poder tras una revuelta popular pacífica en 2018, el caso abierto ha supuesto una conmoción. "¿Cómo ha podido existir en Armenia una trama de ese tipo?", se indigna el primer ministro Nikol Pashinián, admitiendo que, sin duda, esa red estaba activa desde hacía "muchos años".

Según el abogado Marat Kostanian, que defiende a Suzan Patvakanian desde 2013, esta red sería "más poderosa que la mafia de las drogas" e implicaría a altos responsables políticos, de la policía, salas de maternidad y orfanatos que "transformaron el país en una incubadora de bebés".

"Por lo que sé, nadie ha logrado obtener justicia o recuperar a su hijo", destaca.

Las autoridades parecen querer resolver el problema, y han suspendido todas las adopciones hasta nueva orden.

“La veo en mis sueños”

En noviembre, los servicios de seguridad armenios anunciaron el desmantelamiento de una red que había vendido a 30 bebés a italianos entre 2016 y 2018. Las autoridades no han precisado si ese caso está relacionado con el de Abramian. 

Las madres, mujeres que deseaban abortar, habían sido obligadas a llevar a término el embarazo y después, a abandonar a los recién nacidos.

Las autoridades lanzaron la investigación tras recibir varias quejas y constatar que las adopciones por parte de extranjeros eran cuatro veces más numerosas que las de armenios.

Por su parte, desde hace casi dos décadas, Suzan Patvakanian espera encontrar a su hija. "La echo terriblemente de menos. La veo en mis sueños", explica.

Suzan se fija en las cara de las chicas jóvenes que se cruza en la calle con la esperanza de reconocerla. "Nunca dejaré de buscarla", asegura. 

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AFP
AFP
Jueves, 26 de Diciembre de 2019
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