Un hombre de 53 años, sospechoso de haber envenenado comida para bebés en Alemania con el fin de obtener un rescate, confesó los hechos este sábado a la policía, que lo había detenido el viernes. 

"El presunto chantajista admitió los cargos castigables por vía penal durante su comparecencia ante el tribunal de Ravensburg" aunque negó haber puestos más productos adulterados en las estanterías de supermercados, declararon las autoridades alemanas en un comunicado. 

El hombre ingresó en la cárcel. Horas antes, la policía de Constanza y la fiscalía de Ravensburg habían anunciado su detención, realizada el viernes. 

Descrito como "excéntrico" y con "problemas psicológicos", el sospechoso, que al parecer actuó en solitario, había amenazado con envenenar productos alimenticios si no se le entregaban varios millones de euros.

Para demostrar que iba en serio, dio indicaciones que permitieron la incautación en tiendas de Friedrichshafen (sur) de cinco recipientes con comida para bebé que contenían etilenglicol, un producto presente en anticongelantes y líquidos de freno, que puede ser mortal en caso de ingesta en cantidades importantes y ausencia de tratamiento médico.

Gracias al visionado de las videocámaras de las tiendas donde fueron hallados los envases de comida para bebé, la policía obtuvo imágenes que mostraban claramente el rostro del sospechoso, que fue divulgado por la prensa y los medios.

El caso despertó temor entre los consumidores, y las autoridades recibieron centenares de llamadas de personas cuyas indicaciones permitieron acelerar la detención del sospechoso.