El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne este miércoles con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha revelado tener pocas esperanzas de que el encuentro resuelva la enconada guerra comercial entre las dos economías clave.

"No soy muy optimista. Conozco al señor Trump bastante bien. Lo he visto con frecuencia, sé cómo tratar con él y sé cómo se relaciona con los demás. Negociaremos como iguales", dijo Juncker a la emisora pública alemana ZDF el martes por la noche.

"No somos enemigos de Estados Unidos, tenemos un pasado común que no debe ser olvidado". La Unión Europea "no está en el banquillo de los acusados, no necesitamos defendernos", agregó.

"Estamos aquí para explicarnos y explorar formas de evitar una guerra comercial", dijo.

Una prueba de la gravedad de las turbulencias actuales es que la administración de Trump acaba de anunciar una ayuda de emergencia de 12.000 millones de dólares a los agricultores estadounidenses afectados por la guerra comercial que Washington entabló con la UE, pero también con China y otros tradicionales aliados, como Canadá y México.

Juncker renovó su promesa de tomar medidas de represalia en caso de que Trump cumpla con su amenaza de aplicar nuevos aranceles a las importaciones de automóviles de la UE, sobre todo de Alemania, donde unas 800.000 personas trabajan en ese sector.

"Estamos en condiciones de responder adecuadamente de inmediato", dijo.

"Asesino brutal" 

Conocido por su manera directa de hablar y su humor, Juncker contó que en la última cumbre del G7 Trump le lanzó: "Jean-Claude, eres un asesino brutal". "Creo que me lo dijo como un halago, pero no estoy tan seguro...", agregó.

Cecilia Malmström, la comisaria de Comercio de la UE, mencionó en declaraciones a la prensa sueca una "larga lista de productos estadounidenses" que podrían verse afectados, en unos 20.000 millones de dólares, por represalias europeas.

"Esperamos que esto no suceda y que podamos alcanzar una solución", dijo Malmström al diario sueco Dagens Nyheter (DN).

La víspera de su encuentro con Juncker, Trump se jactó de que fue su postura dura y las amenazas de aranceles a los automóviles lo que llevó al líder europeo a la mesa de negociaciones.

"Lo que la Unión Europea nos está haciendo es increíble", dijo. "¡Los aranceles son lo mejor!" como respuesta, señaló.

Para no aplicarlos, propuso que todas las partes "eliminen la totalidad de los aranceles, las barreras no aduaneras y las subvenciones".

"Eso sería realmente libre comercio. ¡Espero que lo hagan, estamos listos, pero no lo harán!", agregó.

Jactándose de que los países afectados por los aranceles "vuelan a Washington para negociar", Trump sostuvo que su estrategia dura terminará dando frutos y que "el resultado final valdrá la pena".

"Daños colaterales"

Sin embargo, esa estrategia está lejos de ser unánime en el campo republicano, tradicionalmente favorable al libre comercio.

"No creo que los aranceles sean una respuesta adecuada", lanzó el martes el jefe de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, Paul Ryan.

Ryan es originario de Wisconsin, el estado en el que está basada una de las empresas más emblemáticas del país, la constructora de motocicletas Harley Davidson, que este mismo martes anunció una fuerte reducción de sus márgenes de ganancia para 2018 como consecuencia de la guerra comercial que afecta sus ventas en el mercado en el que más estaba creciendo, el de la UE.

Otros legisladores republicanos se han pronunciado en el mismo sentido que Ryan.

John Thune, senador oficialista de Dakota del Sur, observó que el anuncio del plan de emergencia por 12.000 millones de dólares permitía concluir que la política de "Estados Unidos primero" tan cara al presidente estaba causando "numerosos daños colaterales".

Unas horas antes de su encuentro con Juncker, Trump fustigó a esos "políticos débiles" que quieren abandonar la pelea.

"¿Qué se imaginan? ¿Vamos simplemente a permitir que nuestros agricultores sigan siendo estafados? ¡Ninguna debilidad", proclamó.