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Las estrategias de Europa y Asia para salir de cuarentena

La reapertura gradual, pese a los riesgos que seguirán por la no existencia de una vacuna, podría prolongarse escalonadamente hasta dentro de seis meses.

Tras el fuerte ataque del Covid-19 en Europa que obligó a sus economías a cerrar sus fronteras y a confinar a la población, ya algunos países empiezan a mostrar sus primeras señales para regresar poco a poco a la normalidad, aunque el Viejo Continente ya suma 90.000 muertes y casi 900.000 contagiados.

Para ello se tuvieron en cuenta básicamente dos principios: gradualidad y prudencia. Eso significa que cada país deberá respetar esos criterios planteados por la Comisión Europea para evitar el avance de más contagios entre la población.

Atendiendo esas recomendaciones naciones como Dinamarca, Austria y Alemania fueron las primeras en reabrir algunas actividades de manera gradual tales como librerías, pequeños almacenes y tiendas de ropa y talleres de artesanías y bricolaje.

Por ahora, como sucede en toda Europa, seguirán cerrados los gimnasios, los bares, las playas, los sitios turísticos, así como los cines, estadios y los grandes centros comerciales.

¿En qué se basan los principios de gradualidad y prudencia? Se trata de tres exigencias: La primera que haya un “criterio epidemiológico sólido” en cada país, que establezca que existe una caída significativa y sostenida en el tiempo en la expansión del virus; la segunda que los sistemas de salud tengan “una reserva suficiente” de capacidad tanto hospitalaria como en unidades de cuidado intensivo para hacer frente al repunte de casos, pero también para atender a otros pacientes.

Y por último, que cada Estado tenga suficiente capacidad y medios para realizar una gran cantidad de tests o pruebas a la población para detectar nuevos casos y cerrarle con bioseguridad la puerta a los contagios.

De esos factores depende la reapertura escalonada de las economías y las actividades sociales en cada país de ese bloque económico, comenta el analista caleño, Julio Escobar.

“Cada nación debe ser lo más prudente posible ya que la pandemia no ha terminado, y si las personas no atienden las recomendaciones las economías no podrán reabrirse”, señala.

Esa misma línea plantea Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, al señalar que ese organismo no autorizará suavizar las medidas de confinamiento si no se atienden las recomendaciones debido a los grandes riesgos que se correrían si viene un segundo rebrote del virus antes de la próxima temporada invernal.

La dirigente insiste en que la salida de la cuarentena será “gradual” y que las capitales europeas deberán analizar con cuidado si se dan las condiciones para hacerlo, o no. El mensaje es general, pero con énfasis en Italia, Francia y España que han sido las naciones europeas más golpeadas por la pandemia, al acumular el mayor número de decesos y contagios.

Esta estrategia responde al objetivo de evitar que la descoordinación entre países lleve a un repunte del Covid-19, precisamente cuando Austria, Alemania y Dinamarca ya retomaron la vuelta progresiva a la normalidad.

Los primeros pasos

La Comisión Europea, que tiene sede en Bruselas, recomienda que el fin de las medidas de confinamiento de la población debe producirse mediante “diferentes pasos”, estableciendo un tiempo entre un paso y el siguiente —de por lo menos un mes—, “ya que su efecto solo se puede medir con el tiempo”.

Siendo así, algunos de los expertos estiman que la reapertura gradual de las actividades productivas, pese a los riesgos que seguirán por la no existencia de una vacuna, podría prolongarse escalonadamente hasta dentro de seis meses.

Sin embargo, países como Austria han fijado como fecha de reanudación de actividades del resto de comercios el 1 de mayo y la reapertura gradual de restaurantes a mediados de ese mismo mes, si las condiciones lo ameritan.

Por su parte, Portugal ya planteó la apertura gradual de algunos servicios, empresas y establecimientos, según lo informó su presidente, Marceo Rebelo de Sousa. El estado de emergencia en ese país finaliza previsiblemente, el próximo 2 de mayo. El mandatario ha señalado que esa reapertura se planificará adaptando los horarios, por tamaño de empresas y con criterios geográficos.

Entretanto, de cara a la reapertura, el Gobierno francés prevé el uso obligatorio de mascarilla en el transporte público.

Las medidas son similares a España. Se permite salir en casos excepcionales como la compra de alimentos, o asistir a consultas médicas.

No obstante, la población también puede salir a practicar deporte o pasear con una serie de restricciones como hacerlo de forma individual, una vez al día y manteniendo distancias de seguridad entre las personas.

Lo que viene

Continuando con las estrategias de la Unión Europea la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que continúa valorando los pasos a seguir de acuerdo a las indicaciones.

Se acordó, por ejemplo, la reanudación de las actividades escolares a partir del 4 de mayo de forma escalonada. No obstante, los restaurantes y salas de ocio de grandes superficies permanecerán cerradas. Los eventos públicos en el país no podrán realizarse, al menos, hasta el 31 de agosto.

Por su parte en Italia, si mejora la situación frente a la pandemia, el Gobierno tiene prevista una fase de reapertura gradual del país a partir del próximo 3 de mayo, estableciendo como obligatorio a las personas el uso todo el tiempo de tapabocas, mascarillas y demás implementos de bioseguridad, en especial si van a determinadas factorías y utilizan el transporte público.

Iguales criterios se están implementado en toda España, aunque ya están regresando de forma escalonada los operarios a algunas fábricas bajo el control de turnos estrictos.

En el Reino Unido también se proyecta una reapertura gradual a partir del 7 de mayo. El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, anunció que las medidas se confinamiento podrían ir hasta ese día si la curva de descensos y contagios se reduce. Sin embargo, actualmente se permite circular por la vía pública para actividades esenciales y también para realizar una actividad física.

Asia: duras medidas

En China, principalmente en la ciudad de Wuhan, donde se originó la pandemia, la población retornó de manera gradual a sus actividades hace 10 días, pero bajo estrictos controles. Y para ello, se está acudiendo al uso de la tecnología para rastrear posibles casos de personas asintómaticas para confinarlas y no haya contagios.

Allí es obligatorio descargar una aplicación en los celulares para salir de casa. La privacidad de la gente apenas se tiene en cuenta: los datos sobre los movimientos de los individuos se recogen en una base de datos central, y no son anónimos.

Asimismo, las personas pueden viajar entre regiones, pero deben someterse a revisiones médicas. Y cualquiera que llegue en un vuelo internacional debe cumplir una cuarentena de dos semanas.

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Colprensa
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Lunes, 27 de Abril de 2020
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