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Mueller podría arruinar la reelección de Trump

El fiscal especial se presentará ante el Congreso, tras su informe sobre la injerencia rusa en la campaña electoral de 2016.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó el lunes al fiscal especial Robert Mueller a dos días de que el ex director del FBI testifique ante el Congreso, algo que podría dañar las aspiraciones reeleccionistas de Trump e incluso dar fundamento a un proceso de destitución del mandatario.

Mueller se presentará ante el Congreso el miércoles por primera vez tras su informe sobre la injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense de 2016 y la supuesta obstrucción a la justicia del presidente.

En un tuit, Trump volvió a tildar el lunes a la investigación de Mueller de “caza de brujas” e insistió en que el informe del fiscal especial lo exculpa de las acusaciones de colusión con Rusia y obstrucción de la justicia.    

“Al conflictivo Robert Mueller no se le debe dar otra oportunidad de morder la manzana. Al final será perjudicial para él y para los falsos demócratas en el Congreso, que han malgastado su tiempo en esta ridícula caza de brujas”, escribió Trump. 

“Resultado del informe Mueller, ¡NO COLUSIÓN, NO OBSTRUCCIÓN!”, aseguró.

Al recibir al primer ministro pakistaní Imran Khan en la Casa Blanca, Trump dijo que “no mirará” el testimonio de Mueller, que será televisado, para agregar luego que “tal vez lo haga”. A 16 meses de las elecciones presidenciales en las que Trump aspira a un segundo mandato, es mucho lo que está en juego con la comparecencia de Mueller.

Los demócratas esperan que el testimonio impacte negativamente en la imagen de Trump. Algunos esperan incluso que el testimonio del fiscal aporte elementos de peso para iniciar un proceso de destitución contra el presidente.

Cerca de la mitad de los estadounidenses creen que el presidente es víctima de una “caza de brujas”, según una encuesta publicada en marzo de 2019. Pero la reticencia de Mueller a involucrarse en política y los planes de los republicanos de convertir la audiencia en una riña partidaria digna de un “reality show”, amenazan con dejar a los estadounidenses igual de confundidos que ante el informe que Mueller presentó en abril.

Trump, ¿exculpado o no? 

El informe Mueller, finalizado en marzo tras más de dos años de investigación, documentó numerosos casos de contacto entre la campaña del hoy presidente y agentes de Moscú, pero concluyó que no había motivos para aplicar cargos por conspiración criminal.

Según el documento, de 445 páginas, Trump trató de obstruir la investigación en al menos diez ocasiones, pero Mueller se abstuvo de recomendar cargos criminales alegando que las políticas del Departamento de Justicia impiden acusar a un presidente en ejercicio. “¡El caso está cerrado!, gracias”, escribió el mandatario a fines de mayo, luego de que Mueller hablara públicamente por primera vez desde que se diera a conocer el informe. Margaret Taylor, experta en gobernanza de la Brookings

Institution, un centro de estudios de Washington, dijo que la audiencia constituye una oportunidad para que la opinión pública comprenda con claridad el alcance de los hallazgos de Mueller.
   
“No creo que los estadounidenses comprendan cabalmente los intentos sistemáticos del Kremlin por interferir (en la elección de 2016), y cómo reaccionó la campaña de Trump ante eso”, dijo Taylor en una entrevista.

La esfinge Mueller
   
La esperada comparecencia de Mueller comenzará el miércoles a las 08H30 de Washington (13H30 GMT) ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, para luego continuar en la Comisión de Inteligencia desde el mediodía.
   
“Queremos que el pueblo estadounidense escuche directamente del fiscal especial Mueller qué fue lo que encontró su investigación”, dijo el domingo Jerry Nadler, jefe del Comité Judicial de la Cámara baja.
“El informe presenta pruebas muy sustanciales de que el presidente es culpable de crímenes y delitos importantes”, agregó, utilizando el mismo lenguaje que aparece en la Constitución en el inciso que habilita el “impeachment”.
   
Integrantes demócratas y republicanos irán alternándose para presentar sus preguntas en turnos de cinco minutos cada uno. El formato representa un desafío para los demócratas si pretenden convencer a la audiencia, con un relato coherente, de que Trump incurrió en colusión con Rusia y obstaculizó la investigación.
   
Mueller en sí mismo será un hueso duro de roer. El fiscal ha cultivado fama de “esfinge” por su extremada reserva y dijo en el pasado que prefería no declarar sobre esto en el Congreso.
   
Además, los representantes republicanos buscarán cortar cualquier intento de exposición ordenada y desviar la discusión hacia otros temas, con el fin de menoscabar la credibilidad de Mueller y los fundamentos de su investigación.
   
“El trabajo habla por sí mismo. Y el informe es mi testimonio”, dijo Mueller en mayo.
   
Andrew McCabe, ex director adjunto del FBI que ha trabajado con Mueller, dijo a CNN que si las preguntas se formulan de forma inteligente quizá los demócratas puedan sacar algo en limpio.
   
Algunos especulan que Mueller, de 74 años, puede estar listo para purgar algunos sentimientos.
  
“Si decide que ha llegado al final de su carrera y está molesto con la forma en que se ha manejado su informe, entonces quizá sea más locuaz”, dijo Taylor.

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AFP
AFP
Lunes, 22 de Julio de 2019
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