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Niños atrapados en cueva de Tailandia deberán aprender a bucear
El rescate podría demorar más de un mes y los expertos trabajan en varias estrategias. 
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AFP
AFP
Martes, 3 de Julio de 2018

Los 12 niños y su entrenador de fútbol, encontrados vivos tras haber pasado nueve días sin víveres en una cueva inundada en el norte de Tailandia, tienen que recuperar fuerzas antes de iniciar una delicada evacuación bajo el agua. 

Para el lunes estaba prevista la instalación de una línea directa, de varios kilómetros de largo en la galería principal de la cueva, con el fin de que los niños pudieran comunicarse con el mundo exterior, especialmente con sus padres. 

Sin embargo, el rescate podría demorar más de un mes y para ello los expertos trabajan en varias hipótesis, como enseñarles a bucear. Dos de los integrantes del equipo que coordina las labores son Rick Stanton y John Volanthen, buzos británicos que encontraron a los menores y a su entrenador con vida. 

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Los socorristas dieron a conocer que la primera etapa del rescate consiste en hacerles recuperar las fuerzas, puesto que los niños no comen desde hace días. La alimentación debe ser progresiva para evitar las náuseas. 

Después, serán entrenados para recorrer más de cuatro kilómetros de estrechas galerías, varias de las mismas inundadas por lo que serán equipados con tanques de oxígeno. 

“Hacer submarinismo en las grutas es algo técnico y peligroso, sobre todo para buzos debutantes. Por lo tanto quizás sea mejor asistirlos en la gruta hasta que puedan salir por otros medios”, analizó desde Estados Unidos Anmar Mirza, coordinador de la Comisión nacional estadounidense de salvamento subterráneo. Un buzo experimentado necesita seis horas para recorrer esa distancia, advierten los socorristas. 

¿Otra vía de salida? 

Los socorristas han encontrado numerosos pozos en la gruta y, en los últimos días, se ha desbrozado parte del bosque cercano a uno de ellos para permitir el aterrizaje de helicópteros ante la posibilidad de hacer la evacuación por aire. 

Pero, hasta ahora no se ha comprobado que alguno de estos pozos esté conectado con la parte de la gruta donde se encuentran los niños. La vía privilegiada sigue siendo la entrada principal de la gruta, donde especialistas, sobre todo japoneses, trabajan para hacer drenar el agua. Cuanto más baje el agua, menor será la distancia que tendrán que recorrer los niños con equipos de buceo. 

Sin embargo, cuanto más tiempo pase el riesgo de nuevas inundaciones es mayor en este periodo del monzón en el sureste asiático. 

¿Los niños están mentalmente preparados? 

Además de las condiciones físicas, su estado psicológico es fundamental para la evacuación: sumergirse en un agua barrosa que han visto poco a poco aumentar alrededor suyo no es algo fácil. Además, como es frecuente en Asia del sureste, en particular en las zonas rurales, los tailandeses no saben nadar. 

En las imágenes filmadas por los rescatistas el lunes de noche, los niños, que han adelgazado, no ceden ante el pánico. “Se encuentran mentalmente estables, lo que está bien (...) El entrenador ha tenido la presencia de ánimo para mantenerlos juntos formando una piña”, lo que ha tenido un efecto tranquilizador, analiza para la AFP el buzo belga Ben Reymenants, quien participa en las operaciones de salvamento.

La práctica de la meditación es muy común en este país budista, por lo que pudo ayudar a los niños a que no cunda el pánico durante las largas jornadas de espera.

 

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