Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de Rusia, Vladimir Putin acordaron reencauzar las complejas relaciones entre las mayores potencias nucleares del mundo en su primera cumbre celebrada en Helsinki, donde el mandatario estadounidense se negó a condenar la supuesta injerencia rusa en las elecciones de su país, hecho que le significó duras críticas.
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De pie junto a Putin, Trump dijo que habían pasado bastante tiempo hablando sobre la supuesta injerencia electoral de Moscú en las elecciones de 2016, que ganó el actual presidente estadounidense. Sin embargo, evitó entrar en detalles o condenar cualquier interferencia rusa, luego que 12 agentes rusos fueron acusados la semana pasada por este caso en Estados Unidos.
Trump negó cualquier tipo de colusión entre su campaña y el Kremlin, mientras Putin sostuvo que “el Estado ruso nunca ha interferido y no planea interferir en los asuntos internos de Estados Unidos”.
El mandatario estadounidense, empeñado en forjar un vínculo personal con el jefe del Kremlin a pesar de las acusaciones electorales, ingresó a la cumbre culpando a la estupidez de sus predecesores por dejar hundir las relaciones bilaterales.
Duras críticas
El senador republicano John McCain, dijo que lo dicho por Trump “es uno de los desempeños más vergonzosos de un presidente estadounidense. Ningún mandatario anteriormente se ha humillado de forma más abyecta ante un tirano”.
El legislador demócrata Jimmy Gomez fue aún más allá y apuntó a que el mandatario había llegado a los límites de la traición.
“Aliarse con Putin contra los servicios estadounidenses de inteligencia es asqueroso, pero no defender a Estados Unidos está al borde de la traición. Todos los estadounidenses deberían estar preocupados”, apuntó.
Diplomáticos y analistas temen que el presidente estadounidense haga una serie de concesiones a Putin, en cuestiones como la guerra en Siria.
El director de Inteligencia de Estados Unidos, Dan Coats, defendió la clara conclusión de sus servicios de que Rusia interfirió en las elecciones y buscó socavar la democracia estadounidense.
El presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano Paul Ryan, dijo que Trump “debería apreciar que Rusia no es nuestro aliado”.
El titular del partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, apuntó que Trump exhibió un comportamiento peligroso y débil ante un adversario como Rusia.
