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Países se preparan para enfrentarse por la caza de ballenas

Los grupos defensores de las ballenas acusan a Tokio de protagonizar un intento descarado de revocar la moratoria de 1986.  

Los países que defienden flexibilizar la actual moratoria de la caza de ballenas, encabezados por Japón, y los que quieren mantenerla y crear nuevos santuarios para los cetáceos, liderados por Australia, medirán fuerzas a partir hoy en la ciudad brasileña de Florianópolis.

Las naciones pro y anti caza de ballenas se preparan para enfrentarse durante la reunión bienal de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), con Japón como líder de la ofensiva contra una moratoria de tres décadas a la captura comercial de ballenas.

Japón, país que preside el organismo integrado por 88 países, está decidido a reestructurar una organización a la que califica de disfuncional y percibe como incapaz de tomar decisiones clave. 

El paquete de propuestas titulado ‘El camino a seguir’, ha enfurecido a los conservadores, incluso antes de que los delegados hayan comenzado a sesionar en el marco de la 67ª reunión de la CBI. 

Los grupos defensores de las ballenas acusan a Tokio de protagonizar un intento descarado de revocar la moratoria de 1986 y restaurar la caza comercial de los cetáceos. 

“Esta es una reunión crítica”, dijo Patrick Ramage, del Fondo Internacional para el Bienestar Animal. 

“Los países miembros deben mantenerse unidos e impulsar avances hacia la protección de las ballenas, no permitir que esta comisión sea devuelta a la era pasada de la caza comercial de ballenas”, señaló. 

Brasil, como país anfitrión, trata de consensuar una ‘Declaración de Florianópolis’ que haría énfasis en que la caza comercial de ballenas ya no es una actividad económica necesaria.

Otros temas claves a discutir en las reuniones que durarán una semana son los riesgos para los ballenas de una contaminación acústica submarina producida por el ser humano, ataques a embarcaciones, cambio climático y los peligros que representan para los cetáceos técnicas de pesca conocidas como “engranajes fantasma”.

Las naciones opuestas a la caza de ballenas planean renovar una propuesta de larga data para la creación de un santuario en el Atlántico Sur, luego de que proyectos anteriores fueran rechazados por el lobby ballenero. 

Investigación científica

En el plano formal Japón respeta la moratoria vigente pero se vale de argumentos de “investigación científica” para matar a cientos de ejemplares cada año, a pesar de las críticas internacionales.

Tokio ha buscado con insistencia flexibilizar la prohibición sobre la caza comercial de ballenas y el presidente entrante, Joji Morishita, sostiene que el encuentro de Florianópolis debe proceder a cambios importantes para romper el bloqueo entre países pro y anti caza. 

Argumenta que las poblaciones de ballenas minke y otras especies se han recuperado y propone establecer nuevas cuotas de captura “para las especies cuyas poblaciones son reconocidas como sanas por el comité científico de la CBI”. 

Ante las dificultades para alcanzar el apoyo necesario para aprobar su iniciativa, Japón también propondrá una revisión del sistema de toma de decisiones del organismo, para que las mismas no exijan el apoyo de tres cuartas partes de los miembros sino la mayoría simple.

Igualmente pretende proponer la creación de un Comité de Caza de Ballenas Sostenible para que fije cuotas de captura para los países que defienden la pesca comercial. 

Los países contrarios a la caza se oponen a cualquier tipo de propuesta que permita aumentar las cuotas anuales de caza para estos países, así como a la renovación automática de esas cuotas a cada seis años.

Moratoria aún vigente 

La moratoria, acordada en 1986 ante temores de la extinción de algunas especies, sigue vigente con algunas excepciones.
Islandia y Noruega son los únicos países que permiten la caza comercial de ballenas y probablemente sean objeto de nuevas presiones en la reunión de la CBI.

La Unión Europea, que lideró protestas internacionales en 2014, ejerció fuertes presiones sobre Islandia para que ponga fin a la caza de ballenas, pero el gobierno de Reikjavick desafió las críticas y dio permiso a los balleneros a capturar este año 238 ejemplares de ballenas fin.

Las ballenas fin o de aleta son consideradas una especie en peligro por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.

Asimismo, la caza aborigen de subsistencia se permite en varios países, incluyendo Estados Unidos, Rusia, Groenlandia y las islas San Vicente y las Granadinas en el Caribe.

*Resumen de agencias

Domingo, 9 de Septiembre de 2018
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