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Pareja mantuvo encadenados y desnutridos a sus 13 hijos
Las víctimas recibieron comida y bebida tras afirmar estar “hambrientos”. 
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AFP
AFP
Martes, 16 de Enero de 2018

Autoridades en Estados Unidos investigan cómo una pareja de California arrestada bajo sospecha de tortura pudo mantener a sus 13 hijos, de dos a 29 años, desnutridos y confinados durante años en su casa sin que nadie se diera cuenta.

David Turpin y su esposa Louise, de 57 y 49 años respectivamente, hasta ahora “no pudieron proporcionar una razón lógica” de por qué muchos de sus hijos fueron encontrados encadenados a sus camas en la oscuridad y en medio de un hedor pestilente, dijo la policía en un comunicado. 

Fue una de las hermanas, de 17 años, quien puso fin a la pesadilla. Logró escapar y llamó el domingo por la mañana al número de emergencia 911. 

La adolescente, que según la policía estaba tan “demacrada” que parecía tener apenas 10 años, “afirmó que sus doce hermanos y hermanas fueron mantenidos cautivos dentro de la residencia por sus padres, precisando que algunos de ellos estaban atados con cadenas y candados”. 

Al llegar, la policía pensó que las 12 personas “desnutridas y muy sucias” eran menores de edad, pero luego comprobó que siete eran adultos de entre 18 y 29 años. 

Las víctimas recibieron comida y bebida tras afirmar estar “hambrientos”. Todos fueron llevados luego a hospitales para una revisión médica y tratamiento.

La pareja fue arrestada y encarcelada por torturar y poner en peligro a sus hijos, y se fijó una fianza de nueve millones de dólares por cada uno para su eventual liberación, dijo la policía. 

Los padres de Turpin, que viven en el estado de West Virginia (este), dijeron a ABC News que estaban “sorprendidos y conmocionados”, pero que no habían visto a su hijo o a sus nietos en cuatro o cinco años.

Cosas    

La casa de estilo español donde se hallaron las víctimas está en un barrio de clase media de Perris, una localidad a unos 100 km al sureste de Los Ángeles.

Tres automóviles y una camioneta con vidrios polarizados fueron encontrados en el lugar, en uno había incluso un asiento para niños. 

En una página de Facebook bajo el nombre de David-Louise Turpin se puede ver a la familia asistiendo a varias ceremonias de matrimonio entre 2011 y 2016. 

En el último bloque de fotos, publicado entre abril y julio de 2016, Louise luce un largo vestido de novia blanco y su esposo viste un traje. Un imitador de Elvis Presley sostiene un micrófono y posa con la pareja y sus hijos en una escena que recuerda a una boda en Las Vegas. 

Nueve niñas, todas con cabello largo y oscuro, llevan vestidos fucsia iguales con medias blancas, mientras que una niña tiene puesto un vestido rosado brillante. Tres niños, con el pelo oscuro con un corte taza como David Turpin, visten trajes con corbatas rojas. 

Una fotografía de abril de 2016 muestra a los mismos niños sonrientes y a la pareja con jeans y camisetas rojas que dicen “Cosa 1”, “Cosa 2”, “Cosa 3”, etc.: una versión de los hermanos traviesos del popular libro de Dr. Seuss “El gato en el sombrero”. 

En otra imagen de septiembre de 2015, Louise sostiene a un bebé con una camiseta que dice “Mamá me ama”.

Los mediosse reúnen frente a la casa donde rescataron a 13 niños cautivos por sus padres en California.

“Desgarrador”

David Turpin aparece en registros estatales como director de un colegio privado inaugurado en 2011, pero su dirección coincide con la de la residencia de los Turpin y sus hijos aparentemente eran escolarizados en casa.

Los Angeles Times reportó que la pareja había vivido en Perris desde 2010, luego de mudarse de Texas y que se declaró dos veces en bancarrota por deudas de entre 100.000 y 500.000 dólares.

“Parecían personas muy normales que caían en problemas financieros”, dijo Ivan Trahan, el abogado que los representó en 2011, cuando David trabajaba como ingeniero para el contratista de defensa Northrop Grumman, con un sueldo anual de 140.000 dólares.

Casos célebres de secuestro prolongado

El caso de 13 hermanos mantenidos en cautiverio durante años en California por sus padres hace rememorar otros encierros prolongados, ya sea en un marco familiar o fruto de un secuestro.

En diciembre de 2017 en Osaka (oeste de Japón), una joven de 33 años fue hallada muerta congelada. Sus padres se entregaron entonces a la policía y confesaron haberla encerrado en una pequeña habitación de su casa desde que tenía 16 o 17 años, porque tenía una discapacidad mental. A su muerte, la joven pesaba apenas 19 kilos.

En Londres, el gurú de una secta “maoísta”, Aravindan Balakrishnan, de 75 años, fue condenado en enero de 2016 a 23 años de prisión por haber violado a dos de sus seguidoras y secuestrado a su propia hija durante 30 años. La pegaba desde que tenía cuatro años para exorcizar sus “tendencias fascistas”, según sus palabras. 

La joven logró huir en noviembre de 2013, gracias a una asociación.

En junio de 2008, en Italia, en la región de Nápoles, Maria Monaco, de 47 años, fue secuestrada durante 18 años en una habitación por su familia, a modo de castigo por haber tenido un hijo fuera del matrimonio. Los carabineros la liberaron tras recibir una llamada anónima. Su hijo, de 17 años, vivía normalmente y estaba escolarizado.

En Austria, Elisabeth Fritzl fue secuestrada y violada durante 24 años, de 1984 a 2008, por su padre, Josef, en el sótano de la casa familiar en Amstetten, a 150 km de Viena. 

El caso estalló en la primavera de 2008, con la hospitalización de uno de los siete hijos fruto de la relación incestuosa que tuvo con su hija. Fritzl, que había matado a uno de los bebés, fue condenado a cadena perpetua e internado en un centro siquiátrico.

En Estados Unidos, Ariel Castro, secuestró y violó durante una decena de años a tres jóvenes en su casa de Cleveland, en el estado de Ohio. Fue detenido en mayo de 2013 después de que una de sus víctimas huyera. Condenado a cadena perpetua, finalmente se ahorcó en su celda.

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