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Presidente de Filipinas llamó "idiota" a César Gaviria
Lo hizo en respuesta a una columna escrita por el expresidente colombiano en el New York Times.
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Colprensa
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Miércoles, 8 de Febrero de 2017

No le bastó con llamar a Barack Obama y al Papa Francisco “hijos de puta”, ni con calificar de “estúpida” a la ONU. Esta vez, a Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, lo exasperó una columna de opinión en el New York Times del expresidente colombiano César Gaviria, a quien llamó “idiota”.

En el texto, publicado el martes en el diario estadounidense, Gaviria le pide al filipino dejar su campaña de mano dura contra las drogas, que solo el año pasado había dejado 2.500 muertos, al parecer, en manos de las fuerzas policiales de ese país.

Argumentando que hay que pensar en estrategias distintas para combatir la problemática, mucho más centradas en salud pública, prevención de la corrupción y protección de los derechos humanos de los ciudadanos, el político le dijo al filipino que en Colombia habia fracasado la guerra contra las drogas y que, en cambio, los cultivos, producción y distribución se habían instalado en países vecinos o provocado asesinatos de líderes y periodistas en el país.

“No creemos que el armamento militar, las políticas represivas y las prisiones más grandes sean la respuesta. La verdadera reducción de la oferta y la demanda de drogas se alcanzará al mejorar la salud y la seguridad pública”, sostuvo Gaviria en su texto, y añadió que “el camino más inteligente para el combate a las drogas es la despenalización del consumo y asegurarse de que los gobiernos regulen ciertas drogas, incluidas las de uso médico y recreativo”.

No obstante, durante un discurso para conmemoriar los 115 años de la fundación de la Oficina de Aduanes de Filipinas, Duterte le respondió: “Gaviria me ha dado lecciones a mí. Ese idiota”.

Para refutar la tesis de Gaviria, Duterte señaló las diferencias entre la cocaína, el producto que manejaban los cárteles colombianos, y la metanfetamina hidroclorídrica o “shabú”, un potente alucinógeno muy popular entre las clases pobres de Filipinas.

“La cocaína es más o menos como la marihuana. Uno se puede comunicar. Pero con el shabú... solo el hecho de que se mezcla con agua de las baterías da una indicación de lo que pasa dentro de tu cerebro”, dijo el mandatario.

“He recibido muchas lecciones y comunicados y críticas, pero, ¿saben?, si no controlamos las drogas y el número (de adictos) llega a 4,5 millones, estos reducirán a los filipinos a la esclavitud”, advirtió el jefe de Estado, al enfatizar que el shabú convierte en “esclavos” a quienes lo consumen.

En Colombia, el mandato de Gaviria coincidió con que el entonces cabecilla del cartel de Medellín, Pablo Escobar, fue encarcelado, pero se escapó y finalmente las fuerzas de seguridad lo mataron cuando huía por los tejados de un barrio de la capital antioqueña.

Entretanto, el presidente filipino cree que la adicción a las drogas de unos cuatro millones de filipinos, según sus datos, que algunas organizaciones consideran inflados, es el principal problema del país y la mayor amenaza a las futuras generaciones.

 

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