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Trump desprecia a la prensa

El nuevo presidente de EEUU prefiere las redes sociales que los medios de comunicación tradicionales.

Esta vez no hay la ‘luna de miel’ de otras épocas y lo que se presagia es un choque entre la prensa estadounidense, celosa de su tradición de independencia y capacidad de supervisar el poder, y los nuevos inquilinos de la Casa Blanca quienes hasta ahora han demostrado muy poca tolerancia con la crítica, encabezados por el presidente Donald Trump.

El director ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia, José Buendia Hegewisch, también asesor del Instituto Mexicano de la Radio y columnista del diario Excélsior, respondió algunas inquietudes de la organización Líderes Mexicanos respecto a la posible relación de Trump con la prensa, sus tentaciones totalitarias y el show que podría ser su administración.

“Lo que vimos en la primera conferencia de prensa de Trump después de las elecciones es que en este como en otros temas no es distinto a lo que había prefigurado durante su campaña. En relación con la prensa se acrecienta la guerra que ha mantenido durante todo el proceso político con ataques muy fuertes, sobre todo a algunos medios, -porque no es generalizado-, a los que acusa de difundir noticias falsas, los acusa de mentirosos, cuando, como pudimos ver durante la campaña algunos de estos medios a los que acusa de mentirosos se ocuparon de cotejar y verificar algunas de las informaciones que eran imprecisas o de plano eran mentirosas de su propia campaña”, dijo Buendía.

No es solo contra la prensa

Para este experto, la prensa no es el único sector sobre el cual Trump ha dirigido sus ataques; también están los servicios de inteligencia, a los que ha tildado de incompetentes y también de desleales.

“Hay algunos síntomas que son preocupantes, no solamente su estilo demuestra falta de moderación e intolerancia sino una política de fondo en el que su tendencia a convertir los informes y la rendición de cuentas en shows no tolera que pueda ser, desde su punto de vista, boicoteados por los medios de comunicación. Él no está entendiendo la obligación de un Presidente de rendir cuentas e informar sobre sus programas y políticas a los ciudadanos sino lo está viendo como shows mediáticos vinculados, no a informar a la gente sino a acrecentar su popularidad o, en este caso, a no ser uno de los presidentes que ha llegado con el menor respaldo popular de los últimos años”, sostuvo Buendía.

En su opinión, lo que hace Trump es otro realitty, un gran espectáculo de televisión.  Y al respecto Buendía sostiene lo siguiente: “Desde luego, y cualquiera que no se divierta en su fiesta o que no aplauda, se convierte en un elemento de boicot o de malestar dentro del festejo o de la puesta en escena que él quiere lograr, eso es lo más peligroso.

No está entendiendo la libertad de expresión como derecho y de informar como obligación del ejecutivo sino como un recurso para visibilizar la imagen presidencial en busca del respaldo popular, en busca de aumentar sus bonos o sus opiniones favorables en el electorado. Tampoco está viendo a los periodistas como personas que van a hacer trabajos profesionales y como representantes del derecho que tienen los norteamericanos a saber qué es lo que está pasando sino como agentes o actores que no se quieren sumar a la fiesta cuando él está poniendo los pasteles y el mantel”.

La estrategia tuitera

Sobre la estrategia de Trump de recurrir al Twitter para transmitir sus mensajes, el experto mexicano hizo la siguiente observación:

“Sí, él prefiere tener una comunicación a través  de redes sociales con la ciudadanía que a través de los medios tradicionales, esa fue una de las marcas de su campaña. Porque a través de los tuits cree que se salta a los medios tradicionales. Ya lo demostró en su campaña, cree que no los necesita, él ve a los medios en función de sus necesidades políticas y no como parte de la red de relaciones y límites al que tienen derecho los norteamericanos para poder resguardar sus propias libertades y derechos, él no ve a los medios como un límite sino como actores que se ajustan, actores que él trata según se ajusten o no a cumplir sus necesidades y como ha visto que sus tuits matutinos puede alcanzar una audiencia tanto como lo haría con CNN, los desprecia y simplemente acude a las redes que le permiten lanzar sus propios mensajes directos a la gente sin tener que pasar por los medios”.

¿Serán cuatro años de una pelea constante?

A todas luces va a ser una relación muy complicada, muy difícil y muy tensa. No es una cosa menor que haya hecho callar al periodista Jim Acosta de CNN diciéndole que daba noticias falsas.

Trump se abroga el derecho de juzgar y condenar quién y cómo está haciendo bien su trabajo cuando eso tendría que ser de los propios lectores o de las audiencias, él se asume como una especie de Torquemada, capaz de decir cuáles son los libros buenos o los libros malos o las artistas bien valoradas versus las mal valoradas, los periodistas que difunden noticias falsas y aquellos que lo hacen de manera profesional.

“El asumirte como una especie de Torquemada crea, abre la puerta al enorme riesgo del autoritarismo”.

Actitud virulenta no es nueva

Sobre la descalificación que el nuevo presidente de Estados Unidos hizo de la actriz Meryl Streep, Buendía hizo el siguiente comentario:

“En el caso Streep él se siente con el derecho de juzgar hasta en materias que no conoce, si funcionan o no para su show y sus necesidades. La actitud virulenta de Trump con los medios no es nueva, ya lo sabemos, pero el hecho de que ahora lo haga como Presidente es preocupante. No hay ningún elemento que nos permita pensar que lo deje de hacer, alcanza un nuevo nivel porque se trataría  de la institución presidencial desde donde vendrían los juicios al trabajo de los periodistas.

“Hay que entender también que lo hace para tener elementos para desviar la atención sobre temas calientes o difíciles como los que hubo en su conferencia de prensa de hace varios días. La conferencia era para dilucidar el tema del conflicto de intereses, un tema que dejó heridas abiertas porque no logró convencer sobre el que no vaya a existir esa problemática con la solución que ofrece creando un fideicomiso con los hijos.

“La bronca con Acosta (periodista de CNN) es un buen distractor para no poner el acento sobre el tema de fondo que es el conflicto de interés o el tema sobre la injerencia rusa en las elecciones. Justo algunos de esos temas pasan a segundo término y lo que se destaca ¿pues qué es? la reprimenda de Trump a los periodistas”.

Para el director de la Fundación Prensa y Democracia, José Buendía, Trum “por donde le veamos, tiene una visión  de la prensa como un recurso, como parte de su show, como un instrumento al servicio de sus propias estrategias y necesidades. Me imagino que la actitud que toma de premiar a unos y castigar a otros es una amenaza para el propio gremio porque eso polariza y puede generar divisiones. Si algunos los va a tratar con respeto, deferencia y les dará información y a otros los excluirá”.

Preguntado sobre si los periodistas aguantarán esta situación, Buendía respondió: “Habrá que ver cómo va a responder ya no solamente cada medio en particular según le vaya en la feria de Trump sino en el colectivo, entendiendo las amenazas que esto puede significar, no solamente para algunos sino para todos aquellos a los que les une la obligación de publicar información verídica y hacer investigaciones sobre el nuevo gobierno de los Estados Unidos”.

Finalmente, Buendía sostiene que Trump seguirá siendo el mismo: “La estrategia de Trump es clarísima, es un hombre pragmático, es un negociador que se hizo en los barrios bajos de Nueva York negociando con los sindicatos, entiende que en cualquier caso pega duro o su estrategia es pegar duro a todo aquel que lo critique”.

Resumen agencias

Domingo, 22 de Enero de 2017
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