El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el envío de soldados de la Guardia Nacional, fuerzas reservistas normalmente encargadas de la seguridad de los Estados, para vigilar la frontera con México, dentro de una amplia ofensiva contra la inmigración irregular que el republicano ha emprendido con un discurso belicoso contra su país vecino.
Trump firmó la orden durante las últimas horas, aunque no hay detalles del despliegue.
Trump quiere construir un muro de separación, proyecto para el que el Congreso no le confiere un presupuesto, y mientras tanto ha optado por reforzar el control de las patrullas fronterizas con militares, tal y como avanzó el martes.
La Secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, dijo que el despliegue comenzaría “de inmediato”, si bien deben aún formalizarse acuerdos con los gobernadores de los Estados de la Unión que hacen frontera con México.
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El uso de la Guardia Nacional en la frontera no es nuevo.
El demócrata Barack Obama desplegó a 1.200 efectivos en 2010 también con el fin de frenar la entrada de extranjeros sin papeles y el narcotráfico, en un momento en el que arreciaban las críticas.
Arizona acababa de promulgar una ley que calificaba de delito la inmigración ilegal en el Estado y permitía la policía detener a cualquier ante la “sospecha razonable” de que era un indocumentado.
El Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza (NBPC), por su parte, valoró la decisión del mandatario porque contaran con el apoyo militar en la frontera.
Trump, alabó a México y sus “fuertes leyes migratorias” por haber disuelto la “caravana” de inmigrantes centroamericanos que iba a Estados Unidos .
“La Caravana está disuelta en gran medida gracias a las fuertes leyes migratorias de México y su voluntad para usarlas de modo que no se causase una gigantesca escena en la frontera”, dijo Trump en su cuenta de Twitter.
Ni Cuba ni Venezuela
La Casa Blanca descartó la ya endeble posibilidad de que el presidente Donald Trump mantenga contacto con el cubano Raúl Castro o el venezolano Nicolás Maduro durante la Cumbre de las Américas que se realizará en Lima, Perú, la próxima semana.
“En este momento, no anticipamos cualquier contacto directo del presidente Trump con Castro”, dijo un funcionario de la Casa Blanca que solicitó el anonimato, para añadir que tampoco “tendremos un encuentro bilateral con Venezuela”.
Hasta el momento esas reuniones no habían sido consideradas, y hasta la presencia misma de Maduro en la cita presidencial regional no ha sido confirmada, pero la Casa Blanca cerró definitivamente la puerta.
El funcionario de la Casa Blanca afirmó en cambio que Trump sí tiene previsto varios encuentros bilaterales con líderes latinoamericanos, pero sin embargo, se negó a adelantar los nombres de esos interlocutores.
Resumen de agencias
