El discurso del presidente estadounidense Donald Trump, desde que asumió el poder ha estado cargado de contradicciones y controversia.
Frases como que el El Salvador, Haití y algunos estados africanos “son unos huecos de mierda” o que va a “destruir totalmente a Corea del Norte”, pronunciada en plena asamblea general de la ONU, le han valido el rechazo mundial.
Jhon Jairo Montes, experto en el análisis del discurso, sostiene que se trata de un patrón de finca, chabacano y ordinario. “Pero aunque amenace Trump, sabe que no debe agarrar a machete a sus vecinos, por más que lo repita constantemente”.
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Agrega que su discurso de “destruir a Corea del Norte”, pronunciado ante la ONU simplemente se trató de una bravuconada, un “mostrar los dientes de perro furioso”.
“Aunque no debe desestimarse su peligrosidad, puesto que ha sido muy inconsistente en sus discursos desde que era candidato, es poco probable que esa agresividad trascienda a hechos”, asegura.
“Trump ha demostrado que no le interesa cómo lo vea el mundo, igual que a un abusador no le importa que los demás lo desaprueben. Por el contrario, parece que le gusta generar este tipo de controversias ya que eso le genera aún más exposición en los medios mundiales. Cada vez que Trump humilla a los mexicanos y a las mujeres, cada vez que amenaza con destruir un territorio, con quitar derechos, con recortar beneficios sociales a sus ciudadanos, es noticia mundial, y sabemos que a los megalómanos como él, esto les encanta, les alimenta, les hace ver de un tamaño mayor”.
Resalta la confianza y la lealtad que desata en sus seguidores pese al duro lenguaje. Agrega que de hecho, en la franja de quienes lo apoyan hay una interesante cifra: “6 de cada 10 seguidores de Trump afirman que no pueden pensar en nada que él pueda hacer para que los haga cambiar de opinión, no importa lo agresivo e infame que su discurso pueda resultar”.
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Recuerda que él mismo lo dijo en campaña: “Podría pararme en mitad de la Quinta Avenida, pegarle un tiro a cualquiera y no perdería ningún voto”. “Es que él sabe perfectamente a quiénes representa”, completa Montes.
Saña contra los hispanos
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Los Ángeles hizo un rastreo a 347 discursos en los que el mandatario pronunció 824.000 palabras y descubrieron que más del 80% de los adjetivos y palabras que Trump usó desde julio de 2015 hasta septiembre de 2017 para referirse a los hispanos, inmigrantes y mexicanos, en particular, fueron negativos: “Criminales”, “asesinos”, “muro”, “pandilleros”, “violadores” y “traficantes”, han sido las más populares en su vocabulario, señala el reporte titulado ‘La intención del Presidente’.
En las pocas oraciones en las que no fue ofensivo usó, sin embargo, frases irónicas o se retractó de estas unas horas después.
Javier Vargas | javier.vargas@laopinión.com
