Los resultados de las encuestas no lo desaniman, pues asegura que la de hoy es la misma fotografía de hace cuatro años, cuando estuvo a 250.000 votos de llegar a segunda vuelta. La remontada es su objetivo en las dos semanas que restan de campaña y por eso la mira está puesta en aquellos que lo consideran como la mejor opción, pero que dudan en darle su voto porque creen que no va a ganar.
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Sergio Fajardo, el candidato presidencial de la Coalición Centro Esperanza, está convencido de que el camino de la confrontación al que está enfrentado hoy el país no le conviene a Colombia y mucho menos que uno de los extremos llegue al poder.
Y ese fue el mensaje con el que el aspirante llegó a Norte de Santander, el jueves en la noche, en una visita que se extendió hasta ayer y que incluyó un bicitour a La Garita, un recorrido por las calles de Cúcuta, un encuentro con empresarios y cerró anoche con una manifestación en el polideportivo del barrio Popular.
La Opinión conversó con el candidato sobre su propuesta para Norte de Santander. Esto nos contó.
¿Cómo va la remontada, a dos semanas de las elecciones?
Vamos por el camino que nos propusimos. Nunca en la vida había tenido tantos obstáculos de manera permanente en la actividad política. Desde que empezamos con nuestra coalición hemos enfrentado obstáculos y todos los hemos venido superando o remontando. Lo importante es que todo este trabajo que hemos hecho en la coalición rinde sus frutos faltando dos semanas, esa es la naturaleza de nuestro voto, a mí me ha tocado así siempre. Ese voto alternativo no es el voto amarrado, sino el voto que va tomando decisiones y a los que no han tomado la decisión, ahí les tenemos la respuesta.
¿El resultado de las encuestas ha sido uno de esos obstáculos?
Sí, pero eso nos ha pasado antes; hace cuatro años era la misma historia. Lo que sí ha pasado en esta elección es: primero, que el mundo de las redes es muy diferente al de hace cuatro años; segundo, tuvimos la pandemia que trastocó muchas de las cosas que pasan; tercero, este es un muy mal gobierno y ha acumulado muchísimos malestares con la ciudadanía, y cuarto, tengo que decirlo, hay un muy buen número de medios de comunicación jugándole a la polarización, en particular, a favor de Fico. Entonces, más grande el obstáculo, pero bueno, eso es lo que vamos a superar.
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Muchos comentan que usted es el mejor candidato, el de las mejores propuestas, pero que no le dan el voto porque las encuestas dicen que no va a ganar, ¿cuál es el mensaje para ellos?
Primero, invitarlos a pensar en el país y pensar en el país es tener claro el significado del voto de cada uno. Que su voto sea a conciencia, que nos escojan a nosotros como la mejor opción, pero también explicarles que eso que dicen que esta elección ya está definida, tiene todos esos componentes de los que hablo: unos medios decididos de manera deliberada a borrarnos a los que no somos del uno o del otro extremo.
¿Y qué están haciendo para cambiar esa idea?
Tenemos unos debates y en la coalición estamos trabajando por todas partes, que es lo más difícil, porque la gente que trabaja con uno sabe que está trabajando, siente que hay una buena aceptación y de repente llega una encuesta y se desaniman. No hay que dejar bajar el ánimo, eso lo hemos hecho bastante bien y ese es el compromiso de todos mis compañeros, lo cual agradezco. No declinamos, no nos amilanamos.
¿Definitivamente quedó descartada una alianza con Rodolfo Hernández?
Total. Él va por su camino y yo por el mío. Tenemos una buena relación personal, tenemos un punto en común que es la lucha contra la corrupción, pero por supuesto, su personalidad es muy diferente a la mía.
Norte de Santander
¿Qué es lo primero que usted haría por Norte de Santander, el 7 de agosto, si es elegido?
Hemos contemplado un paquete para el departamento, en el contexto de nuestra propuesta, el cual está centrado en cuatro ejes principales: paz, seguridad, empleo y Venezuela. Alrededor de esas cuatro palabras gira lo que tiene que pasar.
¿Qué hay en relación con la paz?
Tenemos, en general para Colombia, que avanzar en la construcción del Acuerdo de Paz. Este Gobierno lo paralizó, con muy poquitas excepciones, no le dio trámite. Nosotros continuaremos con su construcción y ahí es fundamental un concepto: los municipios PDET. Vamos a avanzar con esos municipios, a ponerles la plata, alrededor de $500.000 millones anuales para trabajar allí. Vamos a llegar como Estado, como era la obligación, para atender las necesidades de cada uno de esos pueblos. Por supuesto, tenemos que tener a la Fuerza Pública trabajando con nosotros, pero no una Fuerza Pública que reacciona es cuando pasa algo. Vamos a estar en el territorio y eso tendrá un gran impacto en la región, porque mostraremos cómo llega el Estado.
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¿Y cuál es el plan para hacerle frente al problema de seguridad y orden público?
Tenemos que fortalecer la presencia de la Fuerza Pública, enfrentar a los grupos armados, no podemos descansar en ese esfuerzo. Haremos también un plan especial en materia de seguridad que está muy deteriorada en ciudades como Cúcuta y cambiaremos la forma como se enfrenta este problema en las áreas urbanas, con inteligencia, mayor personal, preparación y mucho más. Además, hay un componente adicional para ir avanzando en estos ejes de la seguridad y la paz, y es la prevención.
¿Enviaría más Ejército al Catatumbo?
Sí, necesitamos llevar más, pero no en el sentido que se ha venido llevando, lo vamos a hacer desde la perspectiva de un municipio PDET, es decir, con solución social.
¿Y pondría el Ejército en las calles para reforzar la seguridad ciudadana?
En principio no debe estar el Ejército en las calles. Solo si hay algún caso extraordinario, se puede considerar.
¿El eje de empleo qué contempla?
En nuestro programa de empleo tenemos un capítulo que se llama empleos de emergencia, para ciertos sitios de Colombia que tienen condiciones extraordinarias de desempleo e informalidad y Cúcuta estaría incluida. Con unos recursos del Gobierno Nacional, del gobierno municipal y departamental, haremos un plan que sirva para generar nuevos empleos con las comunidades participando. Al mismo tiempo, esto nos sirve para ir verificando cuáles son las condiciones del territorio y así poder avanzar con una transformación educativa y empresarial.
¿Cuál es su posición frente a la reactivación de la frontera con Venezuela?
Todo lo que estamos proponiendo, si no entendemos la relación con Venezuela, esto no funciona. Lo que he dicho es: el 20 de junio, un día después de la elección (segunda vuelta), empezamos a establecer canales de comunicación. Eso significa ir a buscar contactos con parte del gobierno que faciliten estas conversaciones y empezar a construir esos canales, con un objetivo, queremos que el 8 de agosto podamos tener aquí todos estos puentes abiertos, que pongamos en marcha la recuperación de los consulados de Colombia en Venezuela para que empiecen a funcionar y viceversa, y de una vez vamos poniendo el tema de la seguridad sobre la mesa.
Es decir, ¿ve viable una normalización de relaciones?
Esto requiere ir construyendo confianza, vamos paso a paso y eso nos va a permitir muchas cosas. Colombia también debe apoyar que se retome la negociación que empezó para que, eventualmente, haya unas elecciones libres y democráticas en Venezuela. Vamos avanzando en todos esos pasos y esa es la tarea seria para hacer.
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¿Usted se compromete con un mejor tratamiento para esta zona de frontera y que después de ganar, la región no quedará relegada?
Vamos a hacer algo con unas cuatro o cinco regiones del país, y en particular esta, y es tener una presencia física del Gobierno Nacional aquí en Cúcuta, para entender lo que es la frontera colombo-venezolana. Será una presencia de las instituciones con las cuales vamos a trabajar en la atención de la frontera. En la elaboración del Plan de Desarrollo, que es un punto clave, vamos a incorporar a esta región como prioritaria para el desarrollo del país.
¿Esa representación la tendrá alguien del departamento?
Por supuesto. Tiene que ser alguien de la región y vamos a convocar a la región.
En un eventual gobierno suyo, ¿le apostaría a una integración socioeconómica de los migrantes venezolanos?
La tenemos que hacer y se está haciendo. Si vemos que se está haciendo, pues hagámosla bien hecha, organizada, identificando las personas, construyendo una ruta. En ese momento que comencemos a reconstruir y a abrir canales con Venezuela, va a haber muchos que se devuelven. Lo que debemos entender es que si organizamos, esto funciona mucho mejor.
¿Erradicación forzada o sustitución de cultivos ilícitos?
Tenemos que erradicar, queremos la erradicación voluntaria, pero a los municipios PDET debemos llegar es a articular a esos campesinos que dependen de los cultivos. Hacer un cambio, no llegar con subsidios individuales, sino comunitarios, para poder organizar, ver cómo los preparamos y articulamos desde una perspectiva de desarrollo. Ahora, habrá momentos en que toque de manera forzada, pero vamos llegando con la presencia del Estado.
Como profesor, ¿qué propone para que la educación sea una prioridad en el Catatumbo y los niños y jóvenes no tengan cómo ser arrebatados por la guerra y los cultivos ilícitos?
Primero, lo que vamos a arrancar haciendo es identificar la infraestructura de la educación en el Catatumbo, que estoy seguro está muy deteriorada. Vamos a hacer de cada escuela el sitio más lindo de la vereda, del corregimiento, del lugar. Simultáneamente, seremos capaces de traer el internet y vamos a armar los equipos de maestras y maestros para que utilicen unas nuevas pedagogías en función de formar una nueva generación rural. Esto ya lo hicimos y tenemos la experiencia. La escuela tiene que ser el eje de la transformación.
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Diálogos de paz con los grupos armados, ¿sí o no?
Tenemos que buscar el sometimiento de estos grupos que ya son narcotraficantes. No tenemos que cerrar esa puerta. El Eln es un caso particular; llevamos más de 30 años esperando que entren a una negociación y no han entrado y hoy su acción es criminal, violenta y al mismo tiempo asociada con el mundo del narcotráfico. Quisiéramos tener una negociación, pero ahora la responsabilidad es de ellos, en cuanto a qué estarían dispuestos a hacer y cómo entrarían a participar.
La campaña
¿Cree que esta ha sido una campaña del todo vale?
Sí, y es lamentable y hace un daño muy grande, porque nosotros no alcanzamos a ser conscientes que la forma como se hace la campaña y se llega al poder, determina cómo se gobierna. Por eso, nos esforzamos en dar ejemplo en la forma de hacer la política, de ser decentes. Lo que necesita el país es que nos respetemos.
¿Qué sensación le deja la polarización en que está hoy sumida Colombia?
Es lamentable que en medio de una elección para escoger a la persona que va a conducir esta sociedad estemos hablando de cárceles, de narcotraficantes, de amenazas, de infiltraciones, de insultos. Por eso yo le digo a la gente: piense muy bien su voto. Llegar por ese camino de la confrontación, con uno de esos extremos en el poder, será firmar que en Colombia va a haber cuatro años traumáticos, violentos y de confrontación permanente.
¿Por qué el centro no ha logrado convertirse en una alternativa fuerte a esa polarización?
El 29 de mayo nos vemos. Vamos a remontar y en eso es en lo que estamos concentrados.
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