Un día normal para Diego Ernesto Bayona Amaya transcurre entre ladrillos, cemento y esfuerzo físico. De camino al hogar veía como en una casa se promocionaban talleres de arte dramático y sin dudarlo, una tarde cualquiera, entró y se matriculó.

En su interior se avivó esa ilusión de niño cuando soñaba con ser un actor. Hoy, participa en el montaje de una obra que será presentada el próximo lunes, en el Día Internacional del Teatro.

Luego de una agotadora jornada, el joven Diego Ernesto no ve la hora de llegar a la vieja casona en el barrio Villanueva de caña. Allí, la cita no es amorosa con la novia y su propósito es  participar de los ensayos.

“Es mi pasión, y encontré el espacio ideal para bajar las tensiones del trabajo”, indicó el joven artista.

Él, vive en el populoso sector de San Fermín. “Ingresé a la casa y experimenté una sensación diferente. Comencé a dialogar con el profesor Juan Carlos Manzano y encontré la manera de aprender lo que siempre me ha gustado”.

Actualmente trabaja en la construcción de un hotel de turismo sobre la avenida circunvalar y en los ratos libres saca el libreto para repasar las escenas y en la noche no fallar en el diálogo.

Diego terminó los estudios en el colegio José Eusebio Caro. “Quería estudiar música o teatro, pero me tocó trabajar en albañilería para ayudar a mi mamá y a mis hermanos”.

El próximo 27 de marzo será el debut del albañil convertido en un actor. 

La obra que lo lanzará a las tablas de la región es ‘Diatriba de odio de un hombre sentado frente al espejo’, libreto de Juan Carlos Manzano.

“Son aquellas luchas del interior del ser humano para reencontrarse y descubre una cantidad de cuerpos. Solo quiero que la vean y estaré acompañado de ocho actores que han dedicado tiempo para la puesta en escena”, anotó el joven actor.