El proyecto logra la vinculación de 60 personas en su totalidad víctimas del conflicto armado, desagregado en 20 personas de la población diversa y víctima de Arauca, 20 mujeres de organizaciones sociales del Catatumbo, 20 personas de colectivos en defensa del enfoque de género en Bucaramanga.
La propuesta integra las memorias de tres regiones Bucaramanga, Teorama y Saravena a partir de 24 encuentros en los que los participantes contaron con espacios de diálogo y que brindaron experiencias significativas alrededor de la lectura, la escritura creativa, el dibujo, el pachword, el somograma, los quitapesares, el herbario y rituales de sentires y aromas para sanar el cuerpo.
En cada uno de los municipios se sumaron aliados para entrelazar la confianza y convocar a los participantes, de la Asociación productiva Marie Poussepin, Asociación de familias víctimas vida y paz (Asfavipaz), Catatumbo Sos Vos, Asocavica, Asociación Amanecer de mujeres por Arauca Amar, Asociación de Mujeres Indígenas Interculturales (Asomi).
“El ‘Recetario de vida’ lo desarrollamos porque sabemos que la población víctima requiere resignificar los espacios, porque en la implementación del Acuerdo de Paz se han ejecutado proyectos de gran impacto desde la línea de infraestructura pero desde el componente humano poco se comparte, los sobrevivientes al conflicto necesitan mirarse a los ojos y reconocerse en el otro, mirar hacia dentro de sí para emprender nuevos caminos que permitan que ellos mismos sean actores de paz en sus comunidades, porque les permite tener las herramientas para aportar saliendo de la estigmatización.
El arte, la literatura fue nuestra estrategia para conectar con ellos en espacios de escucha en medio de la pintura, de la aguja, el hilo y las telas; los dibujos que permitieron liberar tensiones y hacer recetas mágicas para sanar el cuerpo, el alma y el relacionamiento con los demás” agrega la Comunicadora Social, Jacqueline Arroyo.
La metodología estuvo pensada desde la participación comunitaria y la relación horizontal con las voces de quienes protagonizan las historias, que fueron sistematizadas en el drive, con el fin de contar con los insumos para la estructuración del libro Recetario de Vida.
Se aportó en los encuentros con los participantes el componente psicosocial de forma transversal lo que permitió tener en cuenta en cada planeación acciones sin daño, prácticas democráticas, participación comunitaria, comunicación asertiva, respeto por opiniones y experiencias, rituales de sanación y reparación a través del arte, comportamientos en momentos de crisis y la planeación de metodologías de los encuentros sabiendo validar y gestionar la emocionalidad.
Además de visibilizar la verdad sobre los hechos victimizantes, se buscó contar las distintas propuestas de emprendimientos y resistencias que surgieron para seguir viviendo.
Este tema está íntimamente relacionado con el derecho a vivir en paz, para dar paso a historias de vida y relatos de personas diversas durante el conflicto armado de Colombia.
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