Sorprende la presencia de cuevas aún inexploradas, gigantes monolitos con formas abstractas.
Un joven artesano espera días enteros la visita del turista al Parque Natural Único Los Estoraques, en La Playa de Belén, para ofrecer sus obras, que son pequeñas réplicas en barro de las columnas de rocas y pedestales formados a capricho del viento y el agua y que dan identidad a ese rincón de Norte de Santander (Colombia).
El artesano sale al paso del visitante como en la prolongación del ritual, después que éste ha recorrido un sendero que serpentea por un laberinto mágico, que no deja de sorprender por las formas, los colores y por la sensación de asistir al principio de los tiempos, cuando reinaban la soledad y el silencio.
Esa bastedad inspira e invita al ensueño y la contemplación, condiciones propias de almas que buscan la armonía con la naturaleza, que quieren atrapar la esencia de las cosas elementales.
Sorprende la presencia de cuevas aún inexploradas, gigantes monolitos con formas abstractas y la tozudez con que las especies vegetales se aferran a un suelo árido, suspendidas en pequeños espacios coronando esas figuras míticas.
Los Estoraques redimen al pueblo que batalla a sus alrededores para sobrevivir y evitar el marginamiento. Los habitantes de la Playa mantienen la esperanza de que el turismo crezca, que vengan cientos de colombianos y extranjeros atraídos por la belleza paisajística y exótica, lo que permitiría paliar la difícil situación del labriego que ve agotarse la fertilidad del suelo, su única fuente de riqueza.
Una paradoja, porque ese suelo quebradizo, afectado por la erosión y con características de desierto por la ausencia de lluvias y las altas temperaturas, es el atractivo fundamental y el gancho para atrapar la atención del mundo.
Quizá cuando eso sea realidad y los turistas lleguen a montones, el paciente y callado artesano, que más parece un fantasma en esos seis kilómetros de superficie, podrá lograr la atención de los esquivos turistas y hacer que se lleven de regreso a casa pedazos del Área Natural Única Los Estoraques, patrimonio de la Provincia de los Caro.