No hay recursos para la educación
El fiscal de Asinort a nivel departamental, Hugo Cárdenas Vega aclaró que en ningún momento van en contra de las clases presenciales, únicamente exponen las precarias condiciones de algunas instituciones educativas para recibir a los niños en su totalidad.
“Se deben analizar las condiciones sanitarias, el uso de todos los elementos de bioseguridad y el distanciamiento para evitar hacinamiento. Algunas instituciones educativas de la zona rural carecen de agua potable”, mencionó.
Recomienda que a través de los Consejos Directivos se adopten mecanismos para evitar consecuencias mayores, puede ser modelos de atención especial para no aglomerar a la comunidad estudiantil en espacios cerrados.
Indicó que la Federación Colombiana de Educadores y las Centrales Obreras trabajan en procesos para mejorar la financiación de la educación pública en aras de irrigar recursos y así mejorar la infraestructura.
Los voceros expresan la preocupación, ya que el déficit es bastante grande y el Ministerio de Educación no aprobó la ampliación de la planta de personal de maestros, a pesar de que la demanda de cupos es alta ante el fenómeno migratorio.
Además, solicitan una audiencia con la Comisión del Servicio Civil para analizar las condiciones del Concurso especial de maestros para la zona del Catatumbo.
Padres temen enviar a sus hijos
Aunque el calendario escolar se modificó para dar un compás de espera a los efectos de la nueva ola de contagios, los padres de familia se muestran reacios a esa disposición emanada por el Ministerio de Educación Nacional.
No se atreven a entregar un testimonio definitivo y prefieren esperar las estadísticas para decidir si envían o no a sus hijos a las aulas de clases.
La enfermera jefa, Samira Angarita Castro, encargada del Plan Inmunización en Ocaña, señaló que la vacunación con los menores avanza en un 65%, destacando que la meta es llegar al 90%. “Los padres de familia son muy juiciosos y llevan a sus hijos”.
En el más reciente reporte, la ocupación de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el municipio fue del 48 por ciento.
Ernesto Velásquez, padre de familia de la Institución Educativa Francisco Fernández de Contreras, señala que en estos momentos no está dispuesto a enviar a su hijo Arley David. “La situación se está complicando, uno escucha por noticias que está cundido de la nueva variante y no lo voy a exponer. Esperemos cómo evoluciona la pandemia”.
Por su parte, la madre de familia del Colegio Agustina Ferro, Cindy Carrascal Rincón, asegura que en estos instantes las condiciones no están dadas. “Es un riesgo enviar a mis hijos para que los encierren en unos salones que no reúnen las condiciones. A pesar de que tienen las dos aplicaciones, no voy a exponerlos. Que esperen, ¿cuál es el afán del Gobierno Nacional?”, se pregunta.
Restan 20 días para el regreso a clases de los niños y los padres de familia están a la expectativa por el avance de la nueva variante en esta zona del país.
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