Una polémica se vive en Ocaña por cuenta del empalme en el Hospital Emiro Quintero Cañizares. La comisión del nuevo gerente, Jairo Pinzón López, argumentó que la institución tiene un déficit de $13.000 millones.
Las declaraciones van en contravía de lo expuesto por el gerente saliente, Elmer Tamayo Jaimes, quien al entregar el cargo manifestó dejar el hospital saneado y con un superávit de $14.000 millones.
De acuerdo con la información suministrada por la comisión de empalme, un equipo de abogados también está atendiendo 200 demandas que están vigentes contra el centro médico por malos procedimientos e incumplimientos.
El hecho se conoció en rueda de prensa convocada por el gerente Pinzón López, quien manifestó que luego de 22 días en el cargo conoció el estado real del hospital y del flujo de caja.
“Quiero ser prudente, no vengo a este cargo con un espejo retrovisor, ni con el interés de hacer auditoría al gerente saliente. Él, tendrá que dar las explicaciones del caso”, dijo Pinzón López.
El funcionario también manifestó que están trazando un plan de mejoramiento a dos años, fecha en la que debe haberse logrado el equilibrio económico. “También estamos haciendo cruce de cuentas con las EPS, buscando recuperar la cartera morosa (de $22.000 millones) y solventar las deudas”.
Pese a las declaraciones de Pinzón López, el gerente saliente, Elmer Tamayo Jaimes, el día de su despedida manifestó que dejaba una institución sólida financieramente y con recursos asegurados ($30.000 millones) para construir una nueva torre que permitiera la ampliación de servicios.
“La realidad es otra y debemos incluir al hospital en un plan financiero para hacerle frente a la crisis y no tener dificultades durante la presente vigencia”, argumentó Pinzón López.
A la par del panorama financiero en el tiempo que tiene Pinzón López como gerente la mayoría de las quejas de los usuarios son por la no puesta en servicio del tomógrafo. Los expertos aseguran que es un modelo nuevo y está entre los dos mejores del país. Sin embrago, no ha tenido dolientes y los operarios no lo han cuidado.
“En los últimos meses se ha cambiado 3 veces un tubo con valor de $265 millones y se requiere revisar todo el sistema eléctrico. Se analiza la posibilidad de adquirir un nuevo.
La Opinión
