La Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, lideró la preparación de los jóvenes que participaron en las olimpiadas regionales de matemáticas en Bucaramanga, el pasado sábado.
La coordinadora del proyecto, Malka Irina Cabellos Martínez, señaló que desde hace varios años se adoptaron estrategias para que los niños y los jóvenes se enamoren de los números, con resultados positivos en competiciones en la capital del departamento de Santander.
Para esta edición del concurso cuatro estudiantes ocañeros se habían ganado el cupo para la final de las Olimpiadas Regionales de Matemáticas, que organiza la Universidad Industrial de Santander (UIS).
Los estudiantes Andrés Felipe García Sánchez, del colegio Francisco Fernández de Contreras; Juan Sebastián Tinoco y Juan Andrés Forero Bohórquez, de la institución educativa Don Bosco College; junto con Aylen Carin Carrascal Rincón, del Instituto técnico Alfonso López, fueron los representantes de la Provincia de Ocaña en la fase final de las Olimpiadas.
La coordinadora Cabellos dijo que los jóvenes presentaron las pruebas y los resultados se darán a conocer en la primera semana de julio.
Los cinco ganadores en Bucaramanga participarán el próximo año en una competencia internacional programada para hacerse en Puerto Rico.
El proyecto
Las olimpiadas es un proyecto del Grupo de Investigación Edumat de la Universidad Industrial de Santander y por medio de una alianza con la UFPS se llega a los colegios de Ocaña y del sur de Cesar.
Para este año se vinculó a 15 instituciones educativas en los municipios de Río de Oro, Aguachica y Ocaña.
“En total fueron 663 estudiantes en la primera fase y en la segunda 127 que vinieron a la institución y presentaron las pruebas. Para la fase final clasificaron 4 estudiantes de los grados básico, medio y avanzado”, informó Ceballos.
El proyecto, en primera instancia, busca mejorar las competencias de los estudiantes, su desempeño académico y fortalecer el talento de los menores para las operaciones matemáticas.
A la par se está articulando la metodología de la educación superior con la de bachillerato, para que los estudiantes se familiaricen y el desempeño en la universidad sea superior.
“En la juventud hay temor hacia los números y ese fantasma poco a poco se ha vencido. Luego de una sensibilización logramos hacerlos partícipes, al punto que cambian sus habituales prácticas por largas jornadas de entrenamiento”, dijo Ceballos.
