120 años tiene una de las viviendas que espera por ser reestaurada.
En tela de juicio se encuentra el papel de los alcaldes y las autoridades encargadas de la protección del patrimonio histórico y cultural en los municipios de la provincia de Ocaña.
Los casos más relevantes se registran en aquellas poblaciones declaradas ‘Bien de interés Cultural de carácter nacional’ como la Playa de Belén y El Carmen en el año 2005, donde las viejas casonas debido a la falta de mantenimiento se caen a pedazos.
Los propietarios, al no contar con un permiso y subsidio especial por parte del Estado para la restauración de las viviendas, observan con impotencia el deterioro y en el peor de los casos venden los predios donde inversionistas proceden a romper con la línea colonial sin que exista control alguno.
Los voceros cívicos manifiestan que los Consejos Municipales de Cultura se convierten en figuras decorativas para cumplir con un requisito ya que las propuestas no hacen eco en los oídos de los gobernantes de turno, asegura Alirio Sánchez.
En Ocaña es inminente el cierre del Complejo Histórico de San Francisco, donde se desarrolló la Gran Convención de 1828, ya que los techos comenzaron a desplomarse y el Ministerio de Cultura no destina recursos, ni autoriza la intervención.
El alcalde, Samir Casadiego Sanjuán, diseña el decreto con los asesores jurídicos para el traslado de las dependencias que funcionan en ese lugar.
A salvar casona de los Estoraques
Las fuerzas vivas de La Playa de Belén desarrollan un encuentro por la defensa del patrimonio histórico y cultural de la región.
Los promotores turísticos presentarán una propuesta para salvar la casona de los Estoraques deteriorada por el paso del tiempo.
Los moradores de la zona solicitan a Parques Nacionales la intervención para mantener el patrimonio arquitectónico que aparece en todas las postales e, incluso, en el escudo de esa población.
La brigada es emprendida por los antiguos propietarios de la finca y voceros culturales para mantener en pie esa vivienda.
Judith Arévalo Silva manifestó que ese lugar guarda un valor sentimental para los playeros y solicitó al mandatario local Íder Álvarez García adelantar las gestiones a nivel nacional para la conservación.
“La casa de Cato, como era conocido mi padre, tiene más de cien años de existencia y perdura en el recuerdo de los habitantes de la región. Parques Naturales compró el predio hace más de 20 años y al parecer la intención es dejar caer la vivienda”, recalcó.
El rincón turístico
Los promotores culturales de la región reclaman la destinación de los recursos necesarios para la conservación de los atractivos turísticos.
El administrador del sendero El Tamaco, Campo Elías Pacheco, aseguró que es un descuido por parte de parques nacionales que no se ha apersonado de la restauración de una vivienda con más de 120 años de existencia. “Es una negligencia, están esperando que se caiga para la construcción de unos módulos modernos donde se invierten más de 700 millones de pesos para la sede”, recalcó.
Ante esa negativa, la administración municipal y otras entidades hacen el estudio para determinar los costos de la restauración y conservar ese rincón turístico, agrega el promotor cultural.
El alcalde de esa población, Íder Álvarez García, manifestó que estará tocando las puertas a nivel nacional para canalizar los recursos y recuperar ese inmueble en aras de fortalecer el turismo en la región.