Inminente riesgo de desplome de las cubiertas del patrimonio histórico.
Una arandela más ponen los técnicos especializados a la polémica suscitada sobre los riesgos por el deterioro de la estructura del Complejo Histórico de San Francisco donde se desarrolló la gran Convención de Ocaña.
Ad portas de celebrarse el bicentenario de ese acontecimiento, donde Bolívar y Santander confrontaron los ideales para reformar la Constitución de Cúcuta, surge un candente debate sobre el desalojo de las entidades que funcionan en ese sitio debido al inminente desplome de los techos.
Ante una inspección ocular adelantada por socorristas de Gestión de riesgos y Atención de desastres de Ocaña, expertos de la Oficina de Patrimonio, adscrita a la Secretaría de Cultura del departamento, recomiendan el desalojo de la vieja casona. Sin embargo, el alcalde, Samir Fernando Casadiego Sanjuán, conjuntamente con el titular de Vías, Infraestructura y Vivienda, Yorbi Franco Téllez, prefiere consultar con ingenieros de la ciudad para realizar los arreglos encaminados a reforzar las cubiertas, mientras se consiguen recursos del orden nacional destinados a intervenir toda la edificación.
Otro de los escollos a superar es el tema de la legalización de predios porque existen enredos jurídicos en las escrituras. En este momento no se sabe a quién pertenecen los terrenos, si al Ministerio de Cultura, la alcaldía o a la Diócesis de Ocaña. Mientras se aclara esa situación el inmueble se puede caer ante las precipitaciones de la presente ola invernal.
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No están dispuestos a desocupar el complejo
Mientras la Secretaría de Cultura del departamento recomienda el desalojo del inmueble por el inminente peligro de acuerdo con los estudios de riesgo, la administración no está dispuesta a desocupar el inmueble.
“No ha ordenado desalojo, recomienda tres aspectos fundamentales: primero que se pueda crear un proyecto en conjunto, entre la nación, departamento y el municipio, pensando en una intervención grande, real como lo necesita el Complejo de la Gran Convención.
Segundo, que todos los que hacen parte del centro histórico y cultural se unan para insistir ante el ministerio la esperada intervención”, explica Raúl Castro, secretario de Educación en Ocaña.
Y como tercer aspecto sugieren evaluar la posibilidad de desalojar el complejo, en caso que genere riesgo para los que laboran en el interior y visitantes
“No es una orden, es una recomendación que nosotros consideramos debe ser analizada con mucha más frialdad porque si el complejo histórico queda vacío, con mayor velocidad se va a afectar y es lo que no se quiere, que termine convertido en ruinas o en un bien patrimonial abandonado como muchos otros, no solo en el departamento, sino en el país”, reiteró.
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Urge la intervención
La asesora jurídica de la Secretaría de Cultura del departamento, abogada Ana María Serrano Henao, indica que se recomienda una medida preventiva y la responsabilidad recae sobre el alcalde de Ocaña.
Aclara que una cosa es la declaratoria del bien a nivel nacional y otra muy distinta es el poseedor que corresponde a la administración municipal, pues legalmente ejerce el dominio.
Desocupar el inmueble está al libre albedrío del gobernante de turno quien evaluará el estado de la estructura. “En la secretaría no emitimos órdenes, únicamente recomendamos una serie de medidas de acuerdo con un informe presentado por la oficina de Gestión del riesgo”, indica la profesional del derecho.
El ingeniero, Jorge Luis Vega Manzano, quien participó en la restauración del Complejo en la década de los 90, está dispuesto a entregar su granito de arena. “No creo conveniente desocupar todo el complejo, se puede reparar por partes para no generar traumatismos”, explicó.
Esos procedimientos deben hacerse lo más pronto posible, la temporada invernal se avecina y se esperan recursos antes que se caiga el emblemático patrimonio histórico y cultural de Ocaña.