Más de 120 hectáreas de cultivos fueron consumidas por el fuego en la vereda Tencalá.
Un pavoroso incendio forestal de finales del año pasado en un cerro de la vereda Tencalá, zona rural de Pamplona, hasta el viernes dejaba 11 familias damnificadas.
Las autoridades lo atribuyen a una chispa en el sistema eléctrico que atraviesa la zona.
Según el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Tencalá, José Dolores Barroso Cáceres, al caer la chispa de la torre 135 que soporta las líneas de alta tensión de Palos-Toledo, la vegetación seca produjo las llamas que inmediatamente se propagaron por el sector.
A pesar de la presencia de los bomberos de Pamplona, la situación fue difícil de controlar a tiempo, por lo que se afectaron las fincas de 11 familias, dijo el labriego.
Los afectados solicitaron a los directivos de Isa, en Medellín, que se ordene un visita técnica para que se evalúen las pérdidas que se produjeron por la acción de la energía eléctrica.
“Tenemos dificultades para regar los cultivos, ya que se quemaron más de 1.000 metros de manguera de una pulgada”, afirmó Barroso.
