En Pamplona se empezó a sentir la incidencia de la pandemia generada por COVID-19 con los casos reportados recientemente, y hay incertidumbre entre las autoridades municipales por lo que pueda pasar en los próximos días cuando lleguen los resultados de las más de 60 muestras enviadas al Instituto Nacional de Salud (INS).

Desde que se inició la cuarentena y demás disposiciones, el martes 24 de marzo en todo el país, Pamplona no ha sido ajena a la aplicación de medidas complementarias para evitar al máximo el contagio con el virus.

El coordinador de la oficina de Gestión del Riesgos de Desastres Juan Carlos Santafé Chaustre, manifestó que el municipio cuenta con el protocolo que se debe aplicar durante y después de apertura gradual de los establecimientos comerciales de Pamplona, para prevenir posibles hechos de contagio.

En el caso específicos de los salones de belleza, manifestó que desde el año 2006 los rige la resolución 2827 de 2006 que adoptó el manual de bioseguridad para establecimientos que desarrollen actividades cosméticas o con fines de embellecimiento facial, capilar, corporal y ornamental (peluquería).

También indicó que los vendedores o expendedores de productos cárnicos del mercado público y de otros puntos de la ciudad deben cumplir con las medidas de sanidad y bioseguridad para garantizar la salud, tanto de ellos como de los clientes. Santafé Chaustre, puntualizó que las disposiciones del Gobierno Nacional y del Ministerio de Salud pretenden es prevenir la propagación de la COVID-19.

En torno a los vendedores informales o de la calle el secretario de Gobierno, Óscar Bernal se refirió al tema del espacio público y dijo que la situación está desbordada, por lo que son objeto de control sanitario para que conserven las distancias y porten los elementos de bioseguridad.

Debido a la afluencia de vendedores y público en las vías del Centro Histórico, advirtió que la situación es de cuidado y que si siguen así se podría propagar el virus.