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Deportaron de Pamplona a 60 venezolanos

Para poder subsistir los extranjeros se dedican a pedir limosnas en las calles.

En los últimos meses, Pamplona pasó de ser ciudad de tránsito a convertirse en refugio de venezolanos ilegales.

Llegan en grupos hasta de 50 personas. Entre ellas familias enteras, estableciéndose en el parque Águeda Gallardo, en las iglesias El Carmen, San Francisco y otros en residencias populares.

Para subsistir se dedican a pedir limosnas  en las calles. Se ha llegado al caso de que quienes los evadan o no respondan con las peticiones, se convierten en víctimas de insultos. Otros entraron a competir con los vendedores informales del Centro Histórico y otros puntos concurridos del municipio.

Ante  la falta de controles estrictos por parte de las autoridades civiles del municipio, el comercio organizado y la comunidad pamplonesa asolicitaron la presencia de Migración Colombia para que revisara la legalidad de los más de 1.500 inmigrantes que se encuentran establecidos en la ciudad, según datos suministrados por la Personería.

Acciones

Para controlar la situación generada con la presencia de los venezolanos, Migración Colombia, la Policía, funcionarios de la Alcaldía, Bienestar Familia, Personería e Inspección de Policía hicieron durante varias horas controles en negocios, parques, residencias y en la zona de tolerancia.

El representante del ministerio público, Richard Parada Jáuregui, afirmó que fueron entregados a Migración Colombia 60 venezolanos, entre ellos un ciudadano español que estaba de manera ilegal en el país.

En el grupo también se encontraban seis mujeres que ejercían la prostitución en la zona de tolerancia de El Camellón. Uno de ellos fue conducido esposado por presentar problemas siquiátricos.

El funcionario indicó que la gran mayoría se había convertido en habitantes de la calle, poniendo en riesgo la salud por las bajas temperaturas de en las madrugadas.

“Nuestro compromiso es garantizar que esta personas reciban un trato digno, respetándoles los derechos fundamentales por parte de las autoridades”, precisó.

Sobre los núcleos familiares, Parada indicó que no se dividieron y los padres quedaron con el compromiso de ir a Migración Colombia, en Cúcuta, a arreglar la permanencia en suelo colombino.

El comandante de la Policía en Norte de Santander, coronel George Quintero, dijo que la delincuencia generada por algunos venezolanos es delicada en Norte de Santander. 

El oficial recordó los casos violentos registrados en Santiago y en Cucutilla. En este pueblo, dos venezolanos asesinaron a un tendero la semana pasada.

Los controles que se empezaron en Pamplona también se harán en Tibú y en la Provincia de Ocaña.

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Domingo, 22 de Octubre de 2017
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