Doce niños de la vereda Chilagaula de Pamplona están recibiendo clases a oscuras, porque Centrales Eléctricas les cortó el servicio por una deuda de 240 mil pesos.
El presidente de la junta de acción comunal, Óscar Jáuregui Jaimes, dijo que a la Alcaldía de Pamplona le corresponde cumplir con este compromiso, pero desde el año pasado no se pagaron las facturas.
Así, los niños reciben clases en un salón oscuro, y cuando los días son nublados se les imposibilita trabajar en esas condiciones.
También les hace falta la energía para la proyección de contenidos audiovisuales que son complementarios a las jornadas académicas.
El líder comunal aseguró que la luz es indispensable, porque la docente tampoco tiene como preparar los jugos que los niños reciben con la merienda.
Sin agua
Unido a la carencia de energía, los menores tampoco tienen servicio de agua potable. Desde el año pasado cuando construyeron las baterías sanitarias, no le instalaron el servicio de agua a la escuela.
Para poder suplir las necesidades los niños y la profesora tienen que bajar más de 100 metros a traer el agua en baldes de una naciente.
“Hemos solicitado en varios oportunidades a la Alcaldía que nos suministre una motobomba, pero ha sido imposible”, sostuvo. “La comunidad tiene las esperanzas puestas en la nueva administración”.
Según Jáuregui la fuente se está secando y no van a tener un lugar cercano de donde traer el líquido.
La vereda Chilagaula está localizada en el noroccidente del municipio, sector Laureano Gómez. Es habitada por 37 familias que se dedican al cultivo de arveja, papa, maíz, mora y a la ganadería.
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