El escándalo por los presuntos dineros que la multinacional Odebrecht habría ingresado a la campaña del presidente Juan Manuel Santos, en 2014, se podría convertir en un motivo de peso para lograr lo que hace mucho tiempo ha buscado un sector del conservatismo, liderado por la exministra Marta Lucía Ramírez: la salida del partido de la coalición de Gobierno.
El presidente de la colectividad, Hernán Andrade, anunció ayer que la solicitud hecha en este sentido por la también excandidata presidencial será analizada en la próxima sesión del Directorio Nacional, convocada para el 22 de marzo.
En el encuentro, las directivas azules también revisarán lo relacionado con la participación de los conservadores en las diferentes instancias del Gobierno, aunque se desconoce si esto implicaría la vinculación de Juan Camilo Restrepo como jefe del equipo negociador en los diálogos con el Eln.
El revuelo en el Partido Conservador surgió luego de una carta que le envió la exministra Ramírez a Andrade, en la que le sugiere revisar la conveniencia de mantenerse en la Unidad Nacional, después de las nuevas revelaciones hechas por el fiscal general, según las cuales, por intermedio del contrato para una encuesta, Odebrecht habría buscado una aproximación con el gobierno Santos.
“Valdría la pena cuestionarse el apoyo incondicional a un presidente de la República que hoy por hoy tiene su legitimidad en duda. No tiene sentido poner una tradición y filosofía de más de 160 años al servicio de un Gobierno que representa muchos de los vicios que han mantenido a Colombia en el retraso”, consideró la excandidata.
Ramírez aprovechó la oportunidad para advertir que si todos los candidatos presidenciales de 2014 hubieran tenido las mismas condiciones, “muy seguramente la candidatura conservadora habría sido la que hoy gobernaría Colombia”.