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Conquistar los votos del centro, el nuevo reto de Duque y Petro

Definirán en una inédita elección que tendrá lugar el próximo 17 de junio.

La polarización en la que se encuentra sumida Colombia desde hace ya varios meses, se vio reflejada en la contienda presidencial de ayer en la que los dos candidatos que representan los extremos ideológicos del país, la izquierda y la derecha,  terminaron por quedarse con el cupo a la segunda vuelta.

Iván Duque, del Centro Democrático, y Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, definirán en una inédita elección que tendrá lugar el próximo 17 de junio, el sucesor del presidente Juan Manuel Santos.

El centro, representado principalmente por Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, y quien en las últimas semanas despertó un sentimiento de esperanza entre los colombianos que lo veían como una alternativa de gobierno, no logró remontar a Petro y por unos cuantos votos se quedó sin el pase a la ronda final.

Fiel a los pronósticos de las encuestas y de la mayoría de analistas políticos, el país aplazó hasta dentro de tres semanas la escogencia del nuevo inquilino de la Casa de Nariño.

Es por esta razón, que los próximos días serán claves y de grandes retos para los dos aspirantes, pues de por medio está la definición de alianzas y apoyos que permitan la conquista de los votos que se quedaron en el camino y que fueron a parar a las otras campañas.

No obstante, lo que se viene también representará nuevas tensiones, pues para muchos la fotografía que muestra hoy la carrera presidencial dejará al país mucho más polarizado.

“Creo que es un escenario muy difícil, porque es el escenario más polarizante y me parece que va a generar en cualquier caso una polarización muy fuerte para una elección final”, consideró el analista Alejo Vargas.

Para Vargas, la segunda vuelta dependerá de múltiples factores, pero sobre todo de las alianzas que se logren construir antes de llegar nuevamente a las urnas.

DUQUE, LA FIGURA DEL URIBISMO

Con 7’569.693 votos (39,14%), el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, fue el gran vencedor de la jornada, demostrando, una vez más, la fuerza electoral que tienen tanto el uribismo como la derecha  en el país.

Aunque sin mucha experiencia y con el rótulo a cuestas de ser el elegido por Uribe para continuar sus obras de gobierno, Duque está a punto de pasar a la historia como el presidente más joven de Colombia, si logra superar a Petro en la ronda final.

Su discurso conservador, antisocialista y crítico contra el acuerdo de paz con las Farc logró calar entre los colombianos, quienes finalmente decidieron darle su respaldo.

Aunque una y otra vez Duque ha insistido en que si llega a la Presidencia no hará “trizas el acuerdo de paz”, pero sí le hará las modificaciones que sean necesarias para que no haya impunidad, durante la celebración de su victoria, el aspirante de la derecha confirmó su posición frente al histórico pacto que permitió el desarme de la guerrilla más vieja del hemisferio.

“Nosotros no queremos hacer trizas los acuerdos, lo que queremos es dejar claro que la Colombia de paz es la Colombia donde la paz se encuentra con la justicia, hay verdad, hay reparación, hay cumplimento de penas y se resarcen y se satisfacen los anhelos de las víctimas”, dijo.

Pese a esta posición, Duque aseguró que quiere ser el presidente que una a Colombia y que la encamine hacia una gran transformación.

“Ha llegado el momento de una nueva generación y estoy seguro que juntos vamos a darle a Colombia ese camino de ser ese país grande”, aseguró.

Durante su discurso de agradecimiento, el aspirante empezó a abonar el camino a eventuales coaliciones con quienes perdieron ayer las elecciones y a través de mensajes conciliadores, exaltó las bondades de cada uno.

A su mismo contendor para la segunda vuelta, lo invitó a adelantar un debate de ideas y propuestas. “Le quiero decir (a Petro) que estamos listos a la confrontación de ideas y propuestas; que estamos listos a darle a Colombia un debate con altura donde podamos ventilar nuestras diferencias”, manifestó Duque.

PETRO Y EL TRIUNFO  DE LA IZQUIERDA

Con una histórica votación que llegó a los 4’851.254 y que se convierte en la más alta alcanzada por un candidato de izquierda en Colombia, después de la obtenida por el exmagistrado Carlos Gaviria, en 2006 (2.613.157), Gustavo Petro quedó más cerca de convertirse en el próximo presidente de la República.

Aunque nunca antes la izquierda había obtenido una votación tan significativa, Petro encara un desafío mayúsculo para inclinar las mayorías a favor de su ambicioso plan de reformas que incluyen el tránsito hacia una economía no dependiente del petróleo y elevados impuestos a las tierras no productivas.

No solo tiene que remontar los 14 puntos de diferencia de esta elección, sino que muy seguramente enfrentará a una coalición de fuerzas conservadoras y liberales que temen un gobierno de ruptura y al que algunos vinculan con el desprestigiado chavismo ahora que Venezuela está en crisis.  

Aun así, el exalcalde de Bogotá es optimista y confía en el respaldo que conseguirá en los días que restan para la segunda vuelta.

“Vamos avanzando con paso firme, constante, siempre adelante. Pueden ustedes tener la certeza de que vamos a vencer, que se puede cambiar la historia de Colombia”, afirmó ante sus seguidores.

Petro aseguró, además, que matemáticamente hay un hecho y es que la ventaja que Duque y sus aliados tomaron sobre su campaña ha disminuido completamente en diez puntos porcentuales.

El dirigente aprovechó el resultado de ayer para salir al paso a los miedos que han propagado sus adversarios y que lo vinculan con un supuesto proyecto “dictatorial” al estilo de Venezuela. 

“Temen las personas que no congenian con nosotros que si llegásemos al gobierno pudiésemos usar el gobierno en una forma autoritaria, quitándoles sus derechos y libertades (...), que construiríamos en este país algo parecido a lo que ya está sucediendo en Venezuela o Brasil”, afirmó.

Sin embargo, el candidato fue enfático en tachar de “mentiras” estos señalamientos, y aclaró que jamás ha pensado en “estatizar la economía o expropiar para que el Estado se quede con los medios de producción y los bienes de las personas”.

“No estamos (pensando) en  cómo se empobrece a los ricos, (sino) cómo se enriquece a la gente pobre”, sostuvo.

IVÁN DUQUE

Era el más joven de la baraja presidencial que se presentó ayer y aunque hasta hace algunos años su nombre era poco conocido entre los colombianos, hoy es uno de los firmes candidatos a suceder a Juan Manuel Santos, gracias, en buena medida, al respaldo que sigue conservando el jefe de su partido, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Nació el 1 de agosto de 1976 en Bogotá. Es hijo del exgobernador de Antioquia, exministro de Minas y exregistrador, Iván Duque Escobar.

Se graduó como abogado en la Universidad Sergio Arboleda y tiene un máster en Derecho Económico de la American University, y en Gerencia de Políticas Públicas, de la  Georgetown University.

Empezó su carrera profesional en 1999 como consultor en la Corporación Andina de Fomento (CAF) y luego pasó a ser asesor en el Ministerio de Hacienda.

Después de sus primeras experiencias en el sector público, Duque llegó en el 2001 al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en donde ejerció inicialmente como consejero Principal de la Dirección Ejecutiva para Colombia, Perú y Ecuador, y luego como jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad.

En 2014 fue invitado por el expresidente Álvaro Uribe para que hiciera parte de su lista al Senado, resultando ganador. El año pasado renunció al Congreso para aspirar a la Presidencia de la República.

Su discurso es una versión moderada del usado por Uribe. De hecho, hace un año, cuando la campaña apenas empezaba, muchos colombianos afirmaban que votarían “por el que diga Uribe” y ese resultó ser Duque, que se impuso por amplio margen en una consulta interna entre candidatos de la derecha.

GUSTAVO PETRO

Fue uno de los candidatos que vino de menos a más en este proceso electoral. Su apuesta por la Presidencia de la República empezó de manera tímida e incierta,  a comienzos de 2017, por cuenta de las sanciones que le dejó su paso por la Alcaldía de Bogotá, y que se pensaba, le podrían impedir llegar a la contienda de este 27 de mayo.

Nacido el 19 de abril de 1960 en Ciénaga de Oro Córdoba, economista, especialista en Administración Pública, Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional, magíster en Economía y doctor en Nuevas Tendencias, Gustavo Francisco Petro Urrego, empezó muy temprano a forjarse en el terreno de la política, aunque primero lo hizo al lado de la insurgencia.

A sus 17 años, Petro se vinculó al M-19, en donde ejerció actividades de orden político y social. A los 21 se convirtió en personero de Zipaquirá y un año después fue elegido como concejal.

Tras su paso por el terreno de la política, decidió saltar a la clandestinidad y vincularse de lleno en el movimiento guerrillero. Entre 1989 y 1998, junto con Carlos Pizarro, el máximo comandante del M-19, empezó a labrar el camino que llevó a la desmovilización de esa agrupación insurgente.

Participó en la Asamblea Nacional Constituyente de la que surgió la Constitución de 1991 y algún tiempo después llegó a la Cámara de Representantes.

Fue uno de los fundadores del Polo Democrático Alternativo, pero después renunció a esa colectividad para crear su propio movimiento Progresistas.

Fue senador y en 2010 aspiró por primera vez a la Presidencia. En 2011 llegó a la Alcaldía de Bogotá y por poco no termina, debido a una inhabilidad impuesta por el entonces procurador Alejandro Ordóñez.

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AFP
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Lunes, 28 de Mayo de 2018
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