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Cristian Buitrago salió por el POT
Se habría convertido en una piedra en el zapato para la Unión Temporal Planeando Cúcuta. 
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Domingo, 21 de Octubre de 2018

A comienzos de septiembre, el director de Planeación Municipal, Cristian Buitrago, anunció su salida del cargo, después de ocho meses de haber hecho parte de la administración de César Omar Rojas Ayala.

Si bien su renuncia se sustentó en que buscaba evitar cualquier inhabilidad que le pudiera obstaculizar el nuevo proyecto que tiene de llegar a la Alcaldía de Cúcuta, todos los caminos conducen a que Buitrago se convirtió en una piedra en el zapato para la Unión Temporal Planeando Cúcuta, encargada de hacer los estudios técnicos del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y a la que relacionan con el condenado exalcalde Ramiro Suárez Corzo.

Su perfil técnico, la trayectoria que ha tenido en Cúcuta y el hecho de tener bajo su mando una de las tareas más importantes como lo es la proyección de la ciudad para los próximos 12 años, lo convirtieron en un incisivo veedor del proceso de construcción del documento, al punto que pasó a ser  un “personaje incómodo”, y no precisamente para el alcalde, a quien sí se le volvió una prenda de garantía para su tranquilidad.

Así lo aseguran varias fuentes consultadas por La Opinión y entre quienes figuran concejales y funcionarios de la misma administración. Esas personas señalan que desde el momento en que el también exsecretario de Planeación del Departamento se vinculó a la Alcaldía, se sabía que su estadía sería de corto plazo. 

“Él no encajaba ahí; él no iba a aceptar órdenes desde Bogotá (esto, al hacer referencia al exalcalde Suárez, quien se encuentra recluido en la cárcel La Picota y desde donde, aseguran, sigue teniendo injerencia en los asuntos de la administración)”.

De hecho, hay quienes cuentan que al interior del Concejo se hicieron apuestas frente al tiempo que permanecería Buitrago en el cargo, pues algunos dudaban de que su vinculación pasara de un mes. 

Un aspecto que llama la atención y que confirma esas versiones según las cuales él no la iba a tener fácil, es que apenas unos días después de que Buitrago recibió el despacho le quitaron la función de ordenamiento del gasto, mediante el decreto 0175 del 22 de febrero, y se la pasaron a la Secretaría General.

Esto, luego de que el funcionario le hiciera algunas correcciones a un contrato por más de   $ 6.000 millones para la construcción de parques que estaba listo para ejecutar.

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Antecedentes a la sombra

Cristian Buitrago llegó al gabinete de Rojas en enero de este año y luego de que el POT fuera adjudicado a una nueva empresa, ya que el primer contrato tuvo que ser liquidado, pues una de las integrantes del consorcio era Eimy Suárez, hija de la entonces secretaria de Posconflicto del municipio, Omaira González Vera, y del exalcalde Ramiro Suárez. 

Con estos antecedentes a cuestas y las sombras que también pesaban contra la nueva Unión, como quiera que el ganador, Rubén Belloso, no pudo cobrar un último contrato que ejecutó para la EIS, antes de asumir el POT, debido a las inconsistencias encontradas por la interventoría, Buitrago tuvo que empezar a hacerle frente a la segunda etapa del Plan, con la socialización a las comunidades y los gremios sobre el diagnóstico del proyecto.

Ahí apareció el primer reparo por parte del entonces director de Planeación, pues la forma cómo la Unión diseñó el trabajo con las comunidades no era el más adecuado para el funcionario

Tal y como se puede leer en el cronograma de actividades, la socialización inicial se programó de a tres y hasta cuatro comunas por día, en el Teatro Municipal, lo que generó el malestar de algunas comunidades quienes le hicieron el reclamo al secretario para que el trabajo se hiciera en los mismos barrios y de manera independiente. Buitrago, a su vez, le transmitió la inquietud a los encargados de la consultoría.

Aunque el saliente funcionario no se refirió en concreto a la situación y el tema nunca se hizo público, una persona de la administración que conoció el detalle de la tensa relación que se manejó entre este y la Unión Temporal, confirmó que sí hubo una primera fricción por este asunto. “El argumento de ellos era que les salía mucho más costoso montar los escenarios por comuna y por eso hacían de a varias. Cuando Cristian les hace la sugerencia no les gusta”,  aseguró la fuente.

El ‘no’ a las zonas de expansión

Otro tema clave que marcó la difícil relación entre Cristian Buitrago y los encargados del POT fue el interés que existía por parte de estos últimos, en crear nuevas zonas de expansión en la ciudad y en terrenos específicos.

Según se conoció, aunque el Plan de Ordenamiento Territorial que se elaboró en 2011 dejó una disponibilidad de 1.694 hectáreas para el desarrollo de zonas de expansión, que todavía no se intervienen, la Unión Temporal Planeando Cúcuta propuso la creación de nuevas áreas de este tipo, lo cual fue rechazado hasta por el propio alcalde César Rojas.

El primero en manifestar sus reparos fue justamente el titular de Planeación, pues si bien los consultores insistían en que el desarrollo de la ciudad requería ampliaciones y daban varias justificaciones para soportar su tesis, el funcionario insistía en que se debía desarrollar primero lo que  ya se tenía en el plano, antes que pensar en nuevas áreas que demandan el tendido de más redes de servicios e inversiones con las cuales no se cuenta.

Esto, sin duda, suscitó las críticas de los encargados del POT, al punto que el mandatario local tuvo que intervenir y convocar una reunión entre las partes, para calmar los ánimos.

La Opinión no pudo determinar si en realidad existía un punto específico en el que se planteaba dicha zona, pero sí tuvo acceso a una carta del 11 de septiembre en la que se confirma que la Unión Temporal sí justificó un incremento de las zonas de expansión, ante lo cual el alcalde les dio un rotundo ‘no’, en sintonía con lo que ya les había manifestado Buitrago.

“Es cierto que uno de los derroteros establecidos por parte de la administración municipal a mi cargo, desde un principio, dentro del proceso de la revisión ordinaria del POT, es precisamente el no incrementar los suelos de expansión de la ciudad y en tal sentido conservar las áreas clasificadas como suelos de expansión vigentes que fueron aprobadas en 2011”, reza uno de los apartes del documento remitido a la arquitecta Martha Liliana García Galvis, gerenta del proyecto. (Ver facsímil 1)

En la carta, el mandatario también le recuerda a García Galvis que el asunto relacionado con la ampliación de los suelos de expansión ha generado una serie de cuestionamientos que han conllevado a investigaciones por parte de los organismos de control. “Razón por la cual reitero esta decisión (de no aprobar nuevas zonas) como primera autoridad local”, dice la misiva.

El alcalde César Rojas le dijo a La Opinión que no había un interés específico en estas zonas de expansión y que él tampoco tenía compromisos con nadie en el desarrollo del POT y por eso el proyecto se estaba estudiando “sin afanes”.  Sin embargo, un concejal de Cúcuta que conoció sobre el asunto, pero que no quiso revelar su nombre, dijo que Rojas sí tenía una preocupación particular con este tema por los problemas que le podía acarrear y por eso decidió expedir la carta para  dejar constancia de su posición sobre las nuevas zonas de expansión. Contó que esto, incluso, llevó al alcalde a tener algunas diferencias con Ramiro Suárez.

Cristian Buitrago, por su parte, aseguró que con esta decisión no se buscaba frenar el desarrollo de la ciudad, sino evitar desbordamientos con incidencias negativas.

“Lo correcto es desarrollar lo que se tiene tanto en expansión como en la verticalización. Si seguimos ampliando se generarán nuevas cargas en pavimentaciones, alumbrado público y los otros servicios. Por eso se decidió que no se promoverían más áreas de expansión”, dijo.

Devoluciones, la gota que rebasó la copa

Pero definitivamente lo que selló el punto de no retorno en estas relaciones y de paso forzó la salida de Buitrago de la Secretaría de Planeación, fueron las dos devoluciones que este hizo del documento presentado por la Unión Temporal, con varias correcciones. En la primera devolución, la Secretaría de Planeación le pedía a la consultoría corregir 34 observaciones, entre las cuales se incluían aspectos relacionados con la cartografía de detalle.

Este es uno de los temas más importantes y en los que insistió durante la formulación del documento tanto el municipio como los gremios, puesto que se requería la mayor precisión posible, especialmente en lo relacionado con el uso de los suelos.

En su momento, Buitrago explicó que el POT no era solo el contenido temático de la norma, sino que debía ser específico y detallado a nivel visual, “con absoluta claridad y rigurosidad de lo descrito”.  

Días más tarde, la consultoría hizo entrega de las correcciones, pero tras una nueva revisión, el titular de Planeación encontró que había seis aspectos que no fueron precisados y una vez más devolvió el documento.

Es en ese momento cuando el malestar por parte de la Unión Temporal no da más, en la medida que cada devolución implicaba más días de retraso en el pago del contrato suscrito por $4.750 millones y el adicional de más de mil millones que se acordó, y más  gastos para pagar el personal contratado para la elaboración del POT.  Paralelamente a esto, se produce el anuncio de la salida de Cristian Buitrago de la administración.

Constancia de que sí hubo tal malestar por parte de los encargados del proyecto es la misma carta enviada por el alcalde a la gerenta del proyecto, negando las zonas de expansión. (Ver facsímil, páginas 2 y 3).

Al ser consultado sobre si su salida fue presionada por las diferentes observaciones que él le hizo al POT,  Cristian Buitrago insistió en que fue la eventual inhabilidad para su proyecto político la que motivó su renuncia.

Reconoció que no fue fácil que se generaran devoluciones como las que se hicieron, pero reiteró que “era necesario en este proceso que el producto final estuviera completamente a satisfacción, toda vez que es el documento base para la discusión del POT”.

Personas cercanas al exfuncionario aseguraron que él sí venía con un desgaste por el tema del Plan, pues hubo una serie de hostigamientos en su contra, que el alcalde más de una vez recibió fuertes recriminaciones por defender el trabajo de Buitrago y que, de por medio, sí hubo presiones ante sus padrinos políticos para que presentara la carta de renuncia.

Andrés Cristo, senador del Partido Liberal y quien recomendó a Buitrago para el cargo, negó que haya habido exigencias para propiciar su salida del cargo y dijo que la verdad es que él sí quiere ser candidato a la Alcaldía.

La Opinión intentó también, en repetidas oportunidades, comunicarse con la gerenta del proyecto, Martha Liliana García Galvis, para conocer sí en realidad hubo un malestar con Buitrago, pero no respondió los mensajes enviados.

El documento final del POT ya fue publicado en la página web de la Alcaldía y los gremios se encuentran estudiándolo para dar sus apreciaciones, antes de que este pase a Corponor, como fue el compromiso suscrito con el ahora exdirector de Planeación.

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