En el discurso de aceptación de su derrota, Humberto de la Calle estuvo solo como en casi toda su campaña. Ni el presidente de su colectividad, César Gaviria, u otro miembro del partido Liberal se hizo presente en la tarde del domingo en el hotel Hilton, en el norte de Bogotá.
Pasado el trago amargo del 2,06% que sacó en la votación, De la Calle tendrá que enfrentar la deuda adherida a no haber podido superar el 4% de la votación.
Según la ley electoral colombiana, que establece un tope de gastos de campaña de 24.235 millones de pesos, el Estado puede anticiparles a los candidatos 6.598 millones de pesos para la primera vuelta, y 3.962 millones para la segunda.
Esta especie de préstamo se prevé que se pague con la reposición de votos, que se contabiliza a 5.642 pesos por cada uno. Sin embargo, este beneficio solo aplica si el candidato supera un umbral de mínimo el 4% de la elección.
Para De la Calle, esta meta quedó a 374.265 votos de distancia, pues el 4% fueron 773.445 sufragios.
Por otra parte, fue el exnegociador de paz del Gobierno el único candidato que hizo uso de esta opción.
Acorde a las cuentas oficiales de su campaña, la inversión total fue de 10.530 millones de pesos y aparte de este anticipo adquirido con el Estado, también tomó un préstamo personal por 1.500 millones de pesos.
Aunque en primera instancia, sería el Partido Liberal el encargado de asumir la deuda de su candidato, si no pagara, De la Calle como codeudor tendría que comprometer su patrimonio para responder.
