Diez años después de que el fantasma de la ‘parapolítica’ se le apareciera en el camino al excongresista conservador Carlos Emiro Barriga, esta sombra lo sigue acompañando y hoy lo tiene contra las cuerdas.

El senador hasta 2014 tuvo que presentarse este miércoles en el Búnker de la Fiscalía, luego de que la Corte Suprema de Justicia emitiera una orden de captura en su contra, para que rinda indagatoria por sus presuntos nexos con los grupos paramilitares que operaron en Norte de Santander.

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Según se conoció, el dirigente ocañero, que durante dos periodos estuvo en el Senado de la República (2006-2010 y 2010-2014), será escuchado hoy en la mañana en la sala de audiencias del alto tribunal.

A Barriga lo señalan de haber tenido relación con el Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia, que operó en el departamento,  bajo el mando de Salvatore Mancuso, hoy preso en los Estados Unidos.

La investigación en su contra tuvo su origen en los señalamientos de los que fue objeto su hermano, Pedro Barriga, por parte de varios desmovilizados de los grupos de autodefensas, quienes aseguraban que este tenía vínculos con el Bloque Catatumbo y que al interior de la organización era conocido como ‘Pedro Toyota’. (Ver recuadro).

En su momento, al excongresista también se le relacionó con Carlos Jaimes Chacón, presunto abogado del mismo bloque y cuñado de Diana Patricia Monsalve Muñoz, capturada y extraditada a los Estados Unidos en 2008, por el delito de narcotráfico.

A comienzos de 2007, la Fiscalía Octava Especializada delegada ante los jueces penales, profirió un auto inhibitorio a favor del entonces congresista de Convergencia Ciudadana, al determinar que la persona que hizo la denuncia no existía y que los documentos aportados eran falsos.

No obstante,  el asunto no quedó allí, y a finales de ese mismo año, la Corte Suprema decidió iniciar una investigación preliminar contra tres congresistas de Norte de Santander,  por presuntos vínculos con paramilitares, y entre ellos figuraba nuevamente Barriga.

De esta forma, el alto tribunal buscaba establecer si había lugar o no a llamarlos a indagatoria. Diez años después, la Sala Penal encontró que sí había méritos para ordenar la captura del excongresista conservador, quien después de 2014, tras perder las elecciones, se había hecho a un lado en los procesos electorales.

A Juan Manuel Corzo y Manuel Guillermo Mora, los otros investigados, les fue proferido fallo inhibitorio, por no demostrarse su responsabilidad en los hechos por los cuales los señalaban.

‘Un montaje’

En 2014, en plena campaña para las elecciones al Congreso, la Fundación Paz y Reconciliación publicó un informe en el que incluía al nortesantandereano Carlos Emiro Barriga, como uno de los 131 aspirantes que tendrían vínculos con la ilegalidad.

En aquella publicación, la oenegé recordó los presuntos nexos de su hermano Pedro con los paramilitares y el narcotráfico, así como la fórmula que Barriga hizo con el excongresista Luis Alberto Gil, condenado por parapolítica.

Sin embargo, el dirigente se defendió de los señalamientos en su contra y aseguró que en su campaña jamás había estado vinculada ninguna persona que tuviera relación con grupos al margen de la ley.

“Ya en una ocasión fui víctima de un montaje. Querían hacer ver que mi hermano y yo teníamos nexos con el narcotráfico, pero la justicia archivó el proceso por no encontrar nada para inculparnos. Ni en esa ocasión, ni ahora podrán hacerlo, pues no tengo, ni he tenido esa clase de relaciones. Están armando un montaje en mi contra”, dijo en aquel entonces el exsenador.

Frente a la extradición de Diana Patricia Monsalve, su excuñada, Barriga aseguró que él se divorció hace 17 años de la hermana de Monsalve y que no tiene nada que ver con su situación.

“Me genera indignación saber que hay gente que quiere arruinar, con mentiras y afirmaciones cargadas de sevicia, el trabajo limpio que he demostrado desde que asumí como senador. En esta campaña no encontrarán nada que se salga de lo legal”, afirmó Barriga, días antes de aquellas elecciones.

A raíz de su captura, el excongresista deberá ahora defender estos argumentos ante la Corte Suprema.

Las menciones de Pedro Barriga

Desde que el Bloque Catatumbo de las Autodefensas se desmovilizó, el 10 de diciembre de 2004, cuatro exparamilitares han mencionado en sus declaraciones el alias de Pedro Toyota, a quien señalan de haber sido uno de sus colaboradores más activos, al punto de haberse valido de sus servicios para mover pasta base de coca desde Tibú y ordenar algunos homicidios. 

Hace algunos años, La Opinión tuvo acceso exclusivo a las declaraciones que estos desmovilizados hicieron ante la Fiscalía, y en las que Julio César Arce Graciano, ZC, aparece como el primero en mencionarlo, el 24 de junio de 2011.

Ese mismo año, Edilfredo Esquivel Ruiz (El Osito), también le dijo a la Fiscalía que había conocido a Pedro Toyota en el 2004, en Puerto Santander, cuando se desempeñaba como comandante de los paramilitares urbanos que hacían presencia en ese municipio fronterizo.

En 2015, El Osito ratificó sus señalamientos en contra de Pedro Barriga, de quien dijo no tener duda de que es el mismo Pedro Toyota.

A pesar de estos señalamientos, las investigaciones en su contra no han prosperado.