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Política
Elección de contralores no debe depender del manejo de las fuerzas políticas
Silvano Serrano deja la Contraloría del departamento para meterse en la carrera por la Gobernación de Norte Santander.
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Cicerón Flórez Moya
Cicerón Flórez
Sábado, 9 de Diciembre de 2017

Silvano Serrano Guerrero cuenta con una carrera en el terreno público de más de 25 años, que le ha permitido tener contacto permanente con las comunidades de Cúcuta, principalmente, y lograr su reconocimiento.

Por años ha hecho parte, también, de una de las principales organizaciones políticas de la ciudad, la que lidera el gobernador William Villamizar Laguado, de quien fue su gerente en la pasada campaña.

En enero del año pasado, Serrano fue elegido contralor de Norte Santander para el periodo 2016-2019, pero hace algunas semanas anunció que solo hasta el próximo 31 de diciembre estará al frente del ente de control fiscal.

La razón: renuncia para empezar a estructurar y promover su candidatura a la Gobernación.

Sobre lo que será su nuevo proyecto y el trabajo que alcanzó a desarrollar en la Contraloría, habló Silvano Serrano con La Opinión.

¿Qué balance hace de su gestión en estos dos años que estuvo al frente de la Contraloría de Norte Santander?

Hubo avances en esa gestión. El propósito era lograr un control fiscal eficiente y participativo y hacer visibles las funciones de la Contraloría en los cuarenta municipios del departamento, generando mayor credibilidad. Hoy la entidad opera con la utilización de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, es mucho más cercana al ciudadano, con presencia institucional, con un programa de capacitación y formación y de acompañamiento a cada uno de los sujetos de control.

¿La Contraloría tiene la  capacidad para el cumplimiento de sus funciones? 

Indudablemente no. La ley 617, que es de ajuste fiscal, generó mucha restricción en la parte financiera de las Contralorías territoriales. No se cuenta con el personal necesario para ese trabajo y se carece de recursos, lo cual le impide adelantar procesos técnicos de peritazgo para identificar posibles detrimentos al patrimonio público. 

¿Cómo hacen entonces?

Hemos logrado generar sinergias en diferentes entidades como las universidades y entidades gremiales, para alcanzar una mejor gestión en el control fiscal. Se requiere un mayor esfuerzo técnico a nivel de talento humano en la Contraloría.

¿El problema de corrupción, tan generalizado en el país, cómo está afectando a Norte Santander?

El problema de la corrupción es nacional y Norte Santander tiene unas situaciones particulares. En las alcaldías, los sujetos de control y cada una de las entidades que vigilamos de manera permanente en procesos de auditoría,  encontramos fallas de carácter disciplinario. Siguen cometiendo errores en el cumplimiento de sus funciones. También hay mal uso de los recursos públicos, especialmente en materia de contratación, en el manejo del presupuesto, en los inadecuados procesos de planeación. 

¿Y qué ha sugerido la Contraloría al respecto?

Necesitamos una ciudadanía  mucho más proactiva y capaz en el tema de la denuncia pública. En la medida en que la ciudadanía esté empoderada mediante las veedurías públicas y el control social, el problema de la corrupción tendrá que ceder y erradicarse. Es el ojo ciudadano el que velará para que los recursos oficiales no se malgasten.

¿Cree que se requieren reformas para hacer más eficiente el control fiscal en el país y las regiones?

Indudablemente. Consideramos que es necesaria esa reforma para el fortalecimiento de las Contralorías territoriales. Por ejemplo, equivocadamente se quitó el control de advertencia, que era una herramienta destinada a señalarles a los sujetos de control el posible acaecimiento de situaciones que llevaran al detrimento del patrimonio público. Ni siquiera la Contraloría General de la República lo tiene. Es conveniente que las Contralorías territoriales no dependan de los presupuestos de las Gobernaciones y las Alcaldías. Tiene que haber  más autonomía. 

¿Y qué piensa de la elección de los contralores por parte de los concejos y las asambleas?

Es fundamental que ese proceso no dependa del manejo de las fuerzas políticas de su jurisdicción. Tiene que haber un proceso técnico y académico en donde intervengan, universidades, centros de pensamiento e, inclusive, gremios especializados que permita hacer postulaciones de personas de reconocidos méritos. 

Su nuevo proyecto

Sale de la Contraloría para buscar la Gobernación. ¿Ya midió sus posibilidades? ¿Cuáles son?

Vengo en el ejercicio de la función pública desde hace 25 años. Mi experiencia me permite hacer una gran convocatoria a los diferentes sectores del departamento, con el propósito de estructurar un proyecto que le genere mayores oportunidades a la gente de Norte Santander. 

¿Cuál es la tarea a seguir después de que entregue el cargo?

En estos dos años me voy a dedicar a recorrer los municipios y generar la convergencia alrededor de unas propuestas de contenido económico, social y cultural, con énfasis en el desarrollo, la productividad y la competitividad.

Teniendo en cuenta los problemas de Norte Santander y los recursos de que dispone la región, ¿qué futuro le ve al departamento?

Norte de Santander es un departamento que estratégicamente cuenta con muchas posibilidades. El objetivo es generar una convocatoria alrededor de un gran pacto territorial entre los diferentes actores de todos los sectores, para la construcción de una agenda de desarrollo común. Los recursos están, algunos dispersos. No entendemos cómo las entidades nacionales se han olvidado de promover sinergias alrededor de una agenda de desarrollo común. Hay que orientar hacia esa finalidad lo que está al alcance nuestro. Se debe consolidar una visión prospectiva del departamento para 30 o 50 años.

¿Cuál es su percepción de la crisis fronteriza que afecta a Cúcuta y a otros municipios vecinos de los dos países?

La actual coyuntura debe aprovecharse para dar un salto estratégico en la región. No se puede seguir dependiendo del vaivén de la economía venezolana. Hay que buscar nuevas alternativas, que las hay. 

Y frente a la migración y los problemas que esto ha acarreado, ¿qué se debería hacer?

Se debe buscar la cooperación de organismos internacionales para atender tal emergencia. De parte del Gobierno de Colombia y de las administraciones del departamento y municipios fronterizos de Norte Santander, se han atendido los problemas surgidos. Sin embargo, se requiere mucho más y para ello hay que acudir a instancias de la comunidad internacional.

¿Cómo ve a Norte de Santander frente a los desarrollos que se esperan  del posconflicto?

Este es un tema de la mayor importancia para el departamento, pero tenemos aún dos actores, el Epl y el Eln, más otras organizaciones criminales activas. Se espera que con los nuevos acuerdos se le ponga punto final a la violencia de los grupos armados y que los programas que se emprendan en el posconflicto representen desarrollos que promuevan soluciones a los problemas de la región.

¿Y qué piensa de los programas para acabar con los cultivos ilícitos?

En la medida en que los campesinos del Catatumbo, que han vivido de los cultivos ilícitos, tengan nuevas oportunidades para cambiar ese uso de la tierra, se verán los resultados esperados. Pero hay que llamar al diálogo, a la concertación entre las diferentes autoridades, los campesinos y demás actores, a fin de poner en marcha una verdadera política de sustitución que genere oportunidades a la gente.

¿La suya será una candidatura de partido o de alianzas?

La convocatoria que haré busca la vinculación de los diferentes sectores. Hoy más que nunca se requiere de una ciudadanía activa y participante. Pero no puedo desconocer mi extracción conservadora, lo cual no es obstáculo para sumar las diferentes corrientes de opinión.

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