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Política
Estos son los que le hablan al oído al presidente Duque
Cinco hombres han logrado impregnar sus ideas en las determinaciones del mandatario colombiano.
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Colprensa
Colprensa
Martes, 26 de Marzo de 2019

Actualmente hay cinco hombres detrás de las decisiones del presidente Iván Duque en temas de paz. Ellos han logrado impregnar sus ideas en las determinaciones del mandatario que van desde cerrar las puertas a las negociaciones con el Eln, hasta objetar la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), y sus opiniones podrían convertirse en un derrotero para los tres años largos que quedan del periodo presidencial.

En todos hay gran lealtad por el mandatario, prácticamente en cada frase dicen su nombre en una forma de reivindicarlo como la cabeza del Estado y, a su vez, han sido premiados con una mayor competencia, como es el caso de Francisco Barbosa, que además de consejero en Derechos Humanos asume en los asuntos internacionales, lo que le da más visibilidad, tanto así que explicó ante los embajadores la decisión de Duque de objetar la JEP.

La paz y el posconflicto

Al cargo del Alto Comisionado para la Paz, ostentado por Miguel Ceballos, le asignaron otras funciones como la legalidad, la convivencia y el desminado humanitario, lo que a juicio de Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento a los Diálogos de Paz, es apenas lógico porque si no hay conversaciones con grupos armados activas no hay razón de ser para el cargo, así esté incorporado en la Constitución Política.

Funcionarios y exempleados de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz le contaron a EL COLOMBIANO que Ceballos es de una línea dura uribista, de ahí que haya vuelto a catalogar al Eln como terrorista, y que confía mucho en sus asesores. En su oficina todo lo que olía al gobierno pasado fue desechado.

“Ceballos no tiene un poder real sino mediático y no logra zafarse del secuestro, ahí es monotemático, lo que lo convierte más en un obstáculo que en una solución”, explicó el experto en conflicto armado, Víctor de Currea-Lugo.

Su polo a tierra es Jorge Mario Eastman, secretario general de la Presidencia, quien conoce al Eln y ha sido de una posición más conciliadora, inclusive, asisten juntos a muchas reuniones que tienen que ver con la posibilidad de diálogos de paz. En una de ellas estuvo De Currea-Lugo quien afirmó que Eastman es un legítimo interlocutor a favor de la paz, “lo que no es claro es el peso específico que tenga a la hora de tomar decisiones”.

Esto porque de acuerdo con el analista, quien tiene, como se dice popularmente, “la sartén por el mango” es el expresidente Álvaro Uribe, quien envió al excongresista Everth Bustamante a La Habana a buscar un acercamiento con la delegación del Eln y después envió mensajes a través de la exsenadora Piedad Córdoba.

Quien está haciendo bien la tarea, según Vargas, es Emilio Archila, consejero para la estabilización y la consolidación. “Aunque es el que tiene menos trayectoria en la función pública, es el que ha estado planteando con mayor seriedad los temas de reincorporación y, para mí, es el funcionario de mayor credibilidad y el que manda los mensajes más precisos. Si bien se compromete solo con algunas partes de la implementación, transmite que hay seriedad en lo que se compromete”, dice.

Sin embargo, todos los reclamos del partido Farc terminan en Archila, a quien acusan de acabar con el Plan Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos, de engañar a los excombatientes con pagos que se demoran y de no desembolsar los recursos para los proyectos productivos.

Falta la mano dura

De acuerdo con el coronel (r) Jhon Marulanda, el presidente Duque ha fallado en no tener en esos cargos, incluido el Ministerio de Defensa, a oficiales retirados de gran experiencia, “porque son individuos que además de estar académicamente preparados tienen la experiencia de lidiar con esos bandidos en las situaciones que se están viviendo ahora”.

Esa es una problemática que junto a él han advertido varios militares retirados.

“Una cosa es hablar de seguridad nacional en una academia y otra cuando uno ha estado disponiendo las tropas y los cañones para hacer efectiva la seguridad nacional, eso debe ir implementado por civiles y militares que al final del día son los que ponen el pecho”, añadió, al recalcar que no tiene ninguna diferencia personal con el consejero en Seguridad Nacional, Rafael Guarín.

En fin, el grupo de consejeros lo conforman profesionales con una fuerte formación académica, algunos amigos del presidente y otros amigos de sus aliados. El espectro va desde el más moderado que es su secretario general Jorge Mario Eastman hasta el más radical de derecha que es Rafael Guarín.

También es un equipo coherente, que no ha ido más allá de ejecutar las promesas de campaña que ellos mismos ayudaron a construir el año pasado, desde que la de Iván Duque era apenas una de las cinco propuestas del Centro Democrático.

Ahora desde el poder, aconsejan al jefe de Estado cómo hacer cara al tema más complejo, ese asunto que dividió al país hace tres años para el plebiscito y que lo sigue dividiendo hoy en día: la paz.

Emilio José Archila Peñalosa

El consejero presidencial para la estabilización y la consolidación es un abogado bogotano con especialización y maestría en Derecho. Su experiencia principal es en legislación financiera, de ahí que se haya desempeñado como Superintendente de Industria y Comercio. Es primo de Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá, y es tan cercano que coordinó su empalme con la administración de Gustavo Petro.

Llegó al equipo de Iván Duque de la mano de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, a quien asesoró en la renegociación del Acuerdo de Paz cuando el No ganó en el plebiscito, lo que es curioso porque asegura que votó por el Sí. De ahí saltó a la campaña presidencial. Ha sido importante en el cambio de semántica del Gobierno, por ejemplo, su cargo ya no tiene nada que ver con el posconflicto. Sus mensajes han sido claros: para él es importante cumplirle a la base guerrillera y a los territorios, por eso su oficina culminó con los 16 Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial. Además, recién llegado se enfrentó a dificultades económicas, por lo que debió cerrar la vinculación a las familias en el Programa de Sustitución Voluntaria de Cultivos Ilícitos. Ha tenido diferencias conceptuales con el partido Farc.

Francisco Roberto Barbosa Delgado

El consejero presidencial para los Derechos Humanos y los asuntos internacionales es abogado, especialista en Relaciones Internacionales, magíster en Historia y en Derecho Público y doctor en Derecho Público de la Universidad de Nantes, en Francia. Su vida ha estado dedicada a la academia, aunque también ha sido asesor jurídico de varias entidades públicas. Conoció al presidente Iván Duque desde la época universitaria, ya que compartieron aulas en la Universidad Sergio Arboleda.

Durante la negociación entre el Gobierno y las Farc, como también era cercano al exministro Álvaro Leyva, estuvo muy cerca de la negociación de la justicia. Incluso fue autor de un libro sobre la Jurisdicción Especial para la Paz en el cual argumentaba que la JEP no era un tribunal para la impunidad sino para dar verdad y justicia a las víctimas. Poco después fue candidato a magistrado de ese nuevo sistema, sin embargo, no resultó seleccionado por el Comité de Escogencia. Fue el momento en que empezó su giro ideológico. Ha sido consejero de Duque desde la campaña y a él se le atribuyen parte de las objeciones presentadas por el mandatario a la ley estatutaria de la JEP, que en este momento está en manos del Congreso y levantó tanta polémica.

Miguel Antonio Ceballos Arévalo

El alto comisionado para la Paz también es abogado con maestría en Filosofía Política, Suma cum Laude de la Universidad Gregoriana de Roma. Ha estado dedicado a la academia, por dos periodos fue decano de la Escuela de Política de la Universidad Sergio Arboleda, donde ha estado al frente de varios programas e institutos. Es hermano de la fallecida representante a la Cámara, Sandra Ceballos, muy cercana al expresidente Álvaro Uribe. Fue viceministro de Justicia de Carlos Holguín, durante el mandato de Uribe. Ha sido afecto al ala noemista de los conservadores (de Noemí Sanín), tanto que el expresidente Andrés Pastrana lo nombró compromisario para definir la candidatura presidencial de la coalición del No, que terminó con la designación de Iván Duque Márquez y Marta Lucía Ramírez. Su cargo se ha visto desvirtuado por el término de las negociaciones de paz con el Eln, entonces se ha concentrado más en los temas de legalidad y convivencia asignados por el mandatario. Centró su agenda de negociación con la insurge
ncia en la liberación de los secuestrados lo que le dejó poco margen de maniobra y fue responsable de la nueva designación del Eln como grupo terrorista y su degradación a banda criminal.

Rafael Giovanni Guarín Cotrino

El consejero presidencial para la Seguridad Nacional es abogado, con maestría en análisis y prevención del terrorismo de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, y magíster en Seguridad y Defensa. Además fue becario de la Fundación Carolina de la maestría en Acción Política y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho. Aunque sus inicios se dieron en el Partido Liberal, su posición política siempre ha estado del lado derecho del espectro. Fue jefe de debate de Rodrigo Rivera (ex alto comisionado para la paz) en sus aspiraciones presidenciales y con él partió hacia el uribismo. Fue promotor del referendo reeleccionista y asesoró al expresidente Álvaro Uribe en la demanda contra Hugo Chávez, entonces presidente venezolano, ante la Corte Penal Internacional. Estuvo en la primera campaña de Juan Manuel Santos y fue su primer viceministro de Defensa, pero muy pronto se fue al Centro Democrático, desde donde demandó el Marco Jurídico para la Paz.

Ahora, como consejero, acompañó la redacción del Plan Nacional de Seguridad y Defensa, en el que se evidencia el crecimiento de los grupos armados organizados, incluido el Eln y las disidencias de las Farc, consideradas las principales amenazas del Estado.

Jorge Mario Eastman Robledo

El director de Departamento Administrativo de la Presidencia (secretario general) es el hombre de más confianza de Iván Duque. Es un abogado con maestría en Asuntos Internacionales de la Universidad de Columbia. Es hijo del exministro liberal Jorge Mario Eastman Vélez, de ahí su cercanía con Duque, ya que en la infancia ambos eran hijos de políticos liberales. Fue secretario privado de Humberto de la Calle, en el gobierno de César Gaviria. Fue consejero para la modernización del Estado en el mandato de Ernesto Samper, pero salió del gobierno poco antes de que estallara el proceso 8.000. También viceministro del Interior de Néstor Humberto Martínez en el periodo presidencial de Andrés Pastrana, y en ese mismo gobierno fue alto comisionado adjunto de paz, encargado de los diálogos con el Eln. Su último cargo público fue como viceministro de Defensa de Álvaro Uribe. Fue candidato vicepresidencial de Juan Carlos Pinzón, pero cuando este se alió con Germán Vargas Lleras, partió cobijas y decidió irse para el Centr
o Democrático. Toda esa experiencia hace que desde su cargo, en la oficina contigua a la del presidente Duque, pueda hablarle al oído sobre posibilidades de negociación con la insurgencia. Es el funcionario que más conoce al Eln y a la vez el más mesurado de todos los consejeros.

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