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Política
Implementación de acuerdo de paz, “en un punto crucial de la transformación”
En el Catatumbo hay algunos logros importantes, según el Instituto Kroc, uno de los verificadores.
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Viernes, 31 de Julio de 2020

Por primera vez desde que comenzó a hacer seguimiento a la implementación del acuerdo de paz con las Farc, el Instituto Kroc, que hace parte del componente internacional de verificación incluido en el Punto 6 de lo pactado, decidió aterrizar sus informes de monitoreo a algunas de las regiones en donde las expectativas frente la paz fueron mayores, como el Catatumbo.

En esta oportunidad, los investigadores no aplicaron la misma metodología técnica y académica para medir el porcentaje de progreso frente a cada uno de los 578 compromisos suscritos a lo largo del documento firmado por  el Gobierno y la desaparecida guerrilla, sino que se concentraron en analizar los avances, los retos y las oportunidades que hay en el territorio.

Gerard Martin, representante en Colombia de la Matriz de Acuerdos de Paz del Instituto Kroc, manifestó que en el Catatumbo, donde la implementación avanza en medio del conflicto que persiste en la región, hay algunos logros importantes, otros aspectos que siguen rezagados y que no han progresado como se pretendía, pero que esto a su vez genera oportunidades para actuar a tiempo y en conjunto.

“El informe no pasa por cada uno de los 578 compromisos, sino que se miraron cuatro temas más específicos que son: los PDET, la reinserción, el PNIS y el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición. El monitoreo abarcó un periodo mucho más amplio, entre mayo de 2017 y junio de 2020”, le dijo Martin a La Opinión, luego de la presentación del informe en Norte de Santander, esta semana.

Señaló que una de las conclusiones principales que se incluyó en el informe es que si bien hay desarrollos en cada uno de estos aspectos claves para el territorio, y en particular en lo que respecta a los PDET y el Sistema de Verdad, todavía se puede mejorar o incrementar aún más la participación integral de las organizaciones sociales, de víctimas y de muchos otros actores que han tenido relación con el conflicto en los ejercicios que se están adelantando.

El representante del Instituto consideró que, por ejemplo, los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) han avanzado en su formalización y en la construcción de su hoja de ruta, y esto es algo que se destaca porque el del Catatumbo es el Plan más avanzado en ese sentido, pero en términos generales, el Punto 1 del acuerdo tiene aspectos claves muy rezagados.

“La formulación de los planes rurales sectoriales, como el Plan Nacional de Salud está en formulación, pero hoy, en un momento tan clave, no está. Sería una gran oportunidad avanzar en eso, porque son herramientas muy importantes en este contexto del COVID”, dijo.

Gerard Martin manifestó también que la reincorporación individual ha avanzado de manera significativa, pero que en adelante uno de los principales retos es garantizar el progreso de los proyectos colectivos y la sostenibilidad del proceso de transición a la vida civil.

“Otro tema que juega con la reincorporación son las amenazas a líderes y comunidades. El reto y la oportunidad es lograr el fortalecimiento de los esquemas de protección colectiva, para las personas que están amenazada en esas condiciones”, planteó.

Factores desestabilizadores y de transformación

El representante del Instituto Kroc en Colombia indicó que uno de los mensajes centrales del cuarto informe nacional es que la implementación se encuentra en un punto crucial de transformación “tanto en los tiempos, como en los espacios y la naturaleza”.

“El proceso está entrando en una nueva fase territorial en la que se debe construir sobre los logros anteriores y transformar las zonas más afectadas por la violencia. Un gran reto necesario para la construcción de una paz estable y duradera”, se puede leer en el informe.

Al respecto, Martin insistió en que lo que viene ahora es la implementación de los compromisos en los territorios, frente a lo cual hay que tener en cuenta los factores desestabilizadores, que se constituyen en un reto, y los transformacionales, que son la oportunidad de avanzar.

“Entre los factores desestabilizadores están los corredores del narcotráfico, la migración, los frentes de deforestación, las zonas con presencia de cultivos de coca, las minas antipersonales que se siguen posicionando, la presencia de actores armados, entre otros”, dijo.

Y aseguró que, en contraste, están los factores de transformación que se han empezado a ver como parte de la implementación y que son fundamentales para fortalecer el proceso como: las casas de la verdad, la vinculación de las familias a los PNIS, los Consejos de Paz creados, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y los planes de reparación colectiva del pueblo Barí.

“Es importante seguir generando información sobre cómo va la implementación, porque esto facilita contar con análisis académicos como los que se están haciendo, construidos con fidelidad, que alimentan el debate y pueden generar puentes para mejorar la interlocución y la pacificación de la región”, planteó el vocero del Instituto Kroc.

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