Pese a que la Plenaria del Senado de la República determinó que la ley que creaba las 16 Circunscripciones de Paz para las víctimas del conflicto no seguía adelante, porque no obtuvo los 51 votos que necesitaba, continúa la incertidumbre porque el Gobierno intenta revivir la norma apelando a la figura de la silla vacía. 

El ministro del Interior, Guillermo Rivera, radicó una carta dirigida a Efraín Cepeda, presidente del Senado, en la que le pide que el proyecto sea considerado como aprobado, porque tres de los senadores -Bernardo ‘Ñoño’ Elías, Musa Besaile y Martín Morales-, están privados de la libertad y, en consecuencia, el número de votos a favor (50) constituirían la mayoría de la plenaria (99) y no 102 como ponderó en la votación.  

“Para nosotros está perfectamente claro que está aprobada la conciliación. Varias voces nos hicieron dar cuenta de esto, exmagistrados, secretarios de comisiones, entre otros. En caso de que el presidente del Senado no de la ley como aprobada, será la Corte Constitucional la que tome la decisión”, agregó Rivera. 

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Cepeda respondió la carta enviada por Rivera, afirmando que se va a revisar detalladamente la petición del Gobierno. “Procederemos a realizar un estudio detallado de todas las situaciones fácticas y jurídicas  que han confluido en la situación en la que se enmarca la situación”, dice el texto.

El Gobierno se ampara en el artículo 117 del reglamento del Congreso de la República y en las sentencias C784 de 2014 y las Su221 de 2015, que indican que, ante este tipo de ausencias, las votaciones deben regirse por las mayorías en plenaria. 

Roy Barreras, del Partido de la U, fue el primero en rechazar la decisión del Senado y en advertir de la posibilidad de revivir la ley utilizando el recurso de la silla vacía. 

“La mesa directiva de la corporación procedió de manera equivocada porque calculó el quórum sobre 51 votos, pero en realidad deben ser 50, porque aplica la silla vacía que tienen los senadores Bernardo ‘Ñoño’ Elías, Musa Besaile y Martín Morales, todos del Partido de la U”, indicó Barreras, minutos después de haberse votado la norma de manera negativa.

Rodrigo Londoño, jefe político de las Farc, sostuvo que: “esta es una razón más para seguir adelante con mi candidatura, el establecimiento se le atravesó a la implementación de los acuerdos de paz".

Por su parte, el senador del Centro Democrático Álvaro Uribe dijo que esta estrategia del Gobierno es una manera de torcer la Constitución. “Pretenden abrir un debate que va en contra de las normatividades jurídicas cuando ya en dos ocasiones se había votado en el Senado y finalmente no se aprobó. Esas curules no eran para las víctimas, eran para los grupos armados. Para las Farc, el Eln y el narcoterrorismo”, dijo. 

Uribe agregó que el Gobierno ha tratado de todas las maneras que el Senado apruebe esta norma. “No solo quieren quebrar la Constitución, sino que manipularon a varios senadores con prebendas. Hay un senador al que le dijeron que para mantener la libertad y no ir a la cárcel, debía votar sí”, manifestó Uribe. 

Efraín Cepeda lamentó que por un voto se les negara la posibilidad a las víctimas de estar en el Congreso de la República y dijo que aquellos senadores que dijeron sí a la Justicia Especial para la Paz, “borraron con el codo lo que escribieron con las manos”. 

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“Vamos a ver qué pasa con esa interpretación que tienen en el Gobierno, de que en realidad sí hubo mayoría para aprobar las circunscripciones de paz. Pero hay que buscar los mecanismos para que las víctimas obtengan la participación que merecen en el Congreso de la República”, manifestó Cepeda. 

La senadora del partido liberal Viviane Morales dijo que ya esta votación era irregular. “La votación real fue la que se dio antes de ayer. No se podía repetir. Así lo indica la Constitución. Solo se puede repetir una vez y esta se hizo dos veces. El Gobierno pretende atropellar el reglamento”, dijo Morales. 

“La corrupción no pudo derrotar las conciencias que sabíamos que estas circunscripciones especiales eran una catástrofe para el país. Pese a toda la mermelada y las presiones del Gobierno, al final se decidió que no”, agregó la senadora. 

Odórico Guerra, coordinador de la Mesa Nacional de Participación de Víctimas, afirmó que la decisión de la plenaria no lo sorprendió, porque desde hacía varios días venían notando que no se le estaba dando importancia a las víctimas. 

“Por más esfuerzo que se hizo, no se logró. Este era el proyecto más importante para las víctimas. Todo lo que tiene que ver con las víctimas no se ha cumplido y quedó demostrado con la votación”, dijo Guerra.